lunes, 20 de septiembre de 2010

Filosofía y ciudadanía


Índice:

Primera evaluación:
1.- La especificidad del saber filosófico.
2.- El conocimiento científico: orígenes, método y límites.
3.- Desarrollo científico.
4.- La racionalidad teórica y práctica.
5.- Preguntas y problemas fundamentales de la filosofía.
6.- Alcance y límites del conocimiento.
Segunda evaluación:
7.- Lógica formal e informal. Falacias y paradojas.
8.- El problema de la verdad y los criterios de verdad.
9.- El lenguaje y el conocimiento filosófico.
10.- Filogénesis, antropogénesis y sociogénesis.
11.- La evolución.
12.- Reflexión filosófica sobre el ser humano.
13.- El ser humano a la luz de la psicología.
Tercera evaluación:
14-. Los fundamentos de la acción moral.
15.- La construcción filosófica de la ciudadanía.
16.- La interacción entre la cultura y la estructura social.
17.- Fundamentos filosóficos del Estado Democrático y de Derecho
18.- Origen y legitimidad del poder político.
19-. Democracia mediática y ciudadanía global.




Introducción:

Esta materia común de primero de bachillerato pretende introducir al alumno en la reflexión filosófica, además, justificar y fundamentar el concepto de ciudadanía.
Se hace necesario comenzar por el estudio de lo que constituye la reflexión filosófica y su método de trabajo, en nuestro caso se basará fundamentalmente en los comentarios de texto, aunque también se podrán realizar disertaciones filosóficas.
En este curso procuraremos mostrar que papel juega la filosofía en nuestras vidas partiendo de las distintas ramas del conocimiento, tanto teórico como práctico. Para de ese modo poder reflexionar los diversos problemas con los que nos vayamos a enfrentar en la vida.
La finalidad es que el individuo se encuentre con un conocimiento tanto general como específico que le permita utilizar su sentido crítico en los diversos problemas que podamos encontrarnos, estando capacitado para posicionarse y elaborar una reflexión justificada de su decisión, así, de ese modo, generar ciudadanos autónomos y responsables capaces de valorar y decidir ante cualquier circunstancia de su vida.
Como anteriormente se ha dicho, nuestro método de trabajo será fundamentalmente el comentario de texto para llevarlo a cabo seguiremos la siguiente estrategia.

Comentar un texto es analizar tanto el contenido del texto como su forma (lo que dice y su modo de decirlo) para de ese modo ser capaz de poder generar tu propia opinión argumentada y estructurada.

Antes de comenzar a realizar el comentario:
Se realizará una primera lectura rápida que nos permita entender el texto en su conjunto y extraer la idea(s) principal(es) del texto y el tema del que trata.
Luego realizaremos una segunda lectura, será detenida y comprensiva con la que hemos de captar la estructura del texto, los conceptos y las diversas  ideas que en ellos se plantean.
En la medida de lo posible se buscará información sobre el autor, la obra y los términos específicos que vengan en el texto, de ese modo evitaremos una compresión equívoca del texto.


El Comentario de texto:
I Parte: Análisis y explicación de texto:
Comenzaremos indicando el autor y la obra, además indicaremos el contenido fundamental del que trata el texto, su tema.
A continuación expondremos las ideas principales que aparecen en el texto, se podrán con la mayor escrupulosa literalidad.
Después realizaremos un análisis y explicación del texto en el que debemos incluir:
El análisis literario del texto y sus características: poesía, prosa, teatro, diálogo, monólogo, … y el tipo de texto científico, humanístico, literario, ensayístico, argumentativo (inductivo, deductivo), expositivo, narrativo, jurídico, administrativo, …
Además de explicar su función, siguiendo el modelo de Jakobson se pueden establecer cuatro tipos de textos:
Expresivo: centrado en el emisor.
Referencial: centrado en la realidad.
Persuasivo, apelativo: centrado en el receptor.
Literario: centrado en la estética del texto.
A continuación mostraremos la estructura argumentativa del texto propuesto, para ello, tendremos que mostrar las líneas argumentales del texto, indicando las distintas tesis que se nos muestran, su modo de corroborarlas y la conclusión a la que llega con ellas. Si es necesario explicar brevemente el concepto específico que utiliza. Aunque lo principal será revelar las distintas relaciones y argumentos que existen en el texto y descubrir el problema que pretende resolver, para ello nos apoyaremos en las ideas secundarias.
II Parte: Estudio del tema:
En el que a partir de las tesis principales del texto propuesto se desarrollarán con profundidad y se recompondrá críticamente los elementos analizados elaborando la temática expuesta en el tema estudiado, siempre teniendo como marco de referencia el texto propuesto. En la medida de lo posible se hará alusión tanto a consideraciones históricas del tema como su conexión con otros temas científicos, literarios, o de cualquier otra disciplina del saber.

III Parte: Crítica, valoración y vigencia.
Consiste en desarrollar una crítica argumentada sobre las ideas del autor, ha de ir en coherencia con el estudio del tema, en ella expondrás tu opinión de un modo coherente y claro. Realizaremos una crítica del texto y su estructura en el caso que lo consideremos pertinente. Además criticaremos los supuestos en los que se basa, si encontramos alguna incoherencia, ambigüedad, inadecuación en los términos que emplea, lo expondremos. Lo mismo para el tema lo criticaremos tomando en cuenta su punto de partida y su punto de llegada. Es decir, a sus tesis y su conclusión. También se criticará el pensamiento global o la corriente a la que pertenezca. A continuación se realizará una vigencia del problema planteado, indicando sus aportaciones y sus deficiencias, por último se realizará una valoración personal del problema y conclusiones, también se elaborará una aportación personal al planteamiento y solución del problema planteado.









  


1.-Especificidad del saber filosófico:

Introducción:
Para comenzar, con esta asignatura y más en concreto con este tema, trataremos de dar cuenta del significado del término filosofía:
Etimológicamente significa “amor a la sabiduría”, pero esta definición nos lleva a otro problema, ¿qué es la sabiduría, el conocimiento? Vamos a entender por saber el proceso por el que llegamos a conocer  la realidad, ésta queda memorizada por el sujeto y será expresada y transmitida a otros sujetos, organizándola e incorporándola a una tradición, por lo que el saber más que algo concreto es un proceso histórico, y éste se manifiesta en el caminar de la filosofía. Antes de adentrarnos en el terreno propiamente filosófico, hemos utilizado los términos sabiduría y conocimiento, respecto al primero puede versar sobre muy distintos contenidos o competencias, con respecto al segundo podemos decir que existen diversos tipos y grados. Una de las tareas principales de la filosofía consistió en distinguir distintos tipos de saber y clasificar distintos grados de conocimiento. Llegando a dos divisiones más o menos generalizadas: Dóxa y Episteme; Teoría y Praxis.
La Doxa y la Episteme se diferencian por su grado de profundidad y su relación a la verdad. La doxa es un conocimiento superficial, limitado a las apariencias de la percepción sensorial, a los fenómenos, por lo que puede ser engañoso. Por episteme se suele entender conocimiento científico, es un saber absolutamente necesario que depende de la naturaleza de las cosas y no de nuestras construcciones interpretativas y sobre todo, es un conocimiento sistemático pues se organiza con parámetros lógicos y racionales. Es un saber con afán omniabarcante, pretende dar cuenta de todo, comprendiendo las conexiones necesarias que se dan en la realidad.

La Teoría y la Praxis. Para Aristóteles el conocimiento teórico persigue la verdad con independencia de su aplicación práctica, se basa en la especulación y el razonamiento abstracto por medio de la lógica, es un saber universal y necesario y no ha de estar condicionado por las diferentes circunstancias. El conocimiento práctico, se dirige a la acción y busca el bienestar y la comodidad de los individuos, por lo que incluirá toda actividad manual, pero también toda actividad socio-política.

La filosofía:
La filosofía tiene su comienzo en la admiración, las personas deseaban comprender lo que ocurría en la realidad, explicarse lo que ocurría, sin tratar de aprovechar ese conocimiento para nada, por ejemplo, era un hecho que había tormentas, según la religión (la mitología) se debía a un enfado de Zeus, pero algunos hombres con su deseo de satisfacer su curiosidad pretendieron ir más lejos para comprender la naturaleza y no dejarlo a la arbitrariedad del enfado de Zeus. Así nació la filosofía en sus comienzos estaba mezclada de mitología, aunque lo más importante es que se dio un cambio de método; la mitología como narración que es, utiliza para sus explicaciones un método descriptivo, en cambio, los filósofos utilizan un método racional ( es decir, en su descripción todo tiene que estar justificado). La filosofía adquiere su madurez en Grecia, pero los mismos griegos pensaban que la filosofía no pertenece a ninguna región, sino que todo las personas por el mero hecho de serlos tienen la necesidad de satisfacer su curiosidad, y por tanto, a saber.
Aún no hemos resuelto la pregunta con que comenzamos este tema; ¿qué es filosofía?, responder a esta pregunta supone situarse en un sistema filosófico, por lo que todas las respuestas que pretendamos dar, son parciales, pero necesarias, pues como advertimos anteriormente la filosofía se va formando en su caminar, en su propia historia.

Distintos sentidos del término filosofía:
Para Platón la filosofía es el verdadero saber, el conocimiento de las ideas y de las formas (de las esencias), pues se da cuenta que el conocimiento fenoménico o aparente está sujeto a continuas contradicciones.
Para Aristóteles la filosofía es una investigación sobre los primeros principios, es decir, es una investigación de las causas y principios que producen las cosas. Este tipo de ciencia comprende a su vez todo tipo de ciencias.
En el medievo nos encontramos que las tres grandes religiones occidentales, cristianismo, judaísmo y mahometismo influyen en la manera de entender la filosofía, reduciendo a ésta, en muchos casos, a la función comprensora de la fe.
Para Descartes la filosofía será la investigación sobre los principios de todas las ciencias y en última instancia la verdad de Dios.
Para Hume será una crítica a las ideas abstractas no fundamentadas en la experiencia.
Para kant la filosofía es un conocimiento racional por principios, éstos derivados de la razón, por lo que primero hará una delimitación de las posibilidades del conocimiento de la razón.
Para Fichte la filosofía no es más que la construcción de la realidad a partir del yo como libertad.
Para Comte la filosofía no es más que un compendio de resultados científicos, es decir, de generalizaciones científicas, de puntos de vista teóricos que tratan de agrupar distintas conclusiones científicas.
Para Wittgenstein la filosofía no es un saber con contenido, sino una actividad, y su función es aclarar los problemas que existen en el lenguaje.

El sentido de la filosofía.
Toda reflexión filosófica trata de unificar las experiencias del hombre en torno a un fin, que no es más que salvaguardar la libertad y autonomía del individuo, independientemente de las circunstancias que les toque vivir, pues los problemas filosóficos son (más o menos) siempre los mismos, pero se reinventan y se interpretan de muy diversas maneras acompañando en su caminar al individuo. Por lo que los problemas con los que se enfrenta la filosofía son siempre nuevos, aunque juega con la baza histórica del problema, es decir, no parte de la nada, sino que los problemas ya han sido reflexionados, y el propio individuo al enfrentarse con el problema parte de sus propios prejuicios. Por lo que la filosofía más que un conjunto de contenidos conceptuales o teóricos es una actividad, por la que tratamos de comprender la realidad que nos ha tocado vivir, sus aspectos fundamentales. Elaborando teorías donde los científicos no pueden llegar y sometiendo a crítica todas las preconcepciones, presupuestos, creencias y métodos de los que dispone el ser humano.
Como hemos dicho la filosofía trata de aunar todas las experiencias del sujeto para tratar de dar una respuesta a todos los problemas e inquietudes, desde su relación con los demás a su relación con su mundo, pasando por la relación consigo mismo. La primera conclusión que hemos de sacar de lo dicho es que si toda filosofía comienza con la experiencia del ser humano, no habrá filosofía que se pueda caracterizar como absoluta, no habrá ninguna que se sitúe por encima de las demás, el objeto de la filosofía radica en la experiencia del ser humano, por lo que puede haber tantas filosofías como seres humanos. Que el punto de partida de la filosofía sea la experiencia no significa que se reduzca a ella, lo que la hace ser propiamente lo que es, es su método y su elaboración reflexiva.
Hemos insistido en que el objeto de la filosofía es la experiencia y su método será fundamentalmente racional, con estos presupuestos, parece muy difícil distinguirla de la ciencia, por lo que vamos a adentrarnos en sus diferencias. Lo que distinguirá la filosofía de la ciencia es el tratamiento del objeto, el objeto filosófico no tiene por qué ser empírico lo que hace suponer que los problemas no son resolubles aportando información fáctica. La filosofía no pretende descubrir nuevos hechos, sino más bien es una reinterpretación de lo que ya conocíamos, por lo que la observación, la experimentación o contrastación no tiene ningún peso. Los problemas filosóficos más que fácticos son conceptuales.    
La filosofía es una reflexión radical que tiene por objeto el conocimiento de todo, de lo general, lo universal, no renuncia al conocimiento de ninguna parcela de la realidad. En este sentido se separa de la ciencia, que tiene como contenidos ciertas parcelas de la realidad, los problemas resolubles y renuncia al conocimiento de la realidad omniabarcante y a buscar soluciones a problemas en principio irresolubles. La verdad filosófica y la científica se complementan, la primera es exacta pero incompleta, la segunda inexacta pero suficiente.



Necesidad de la filosofía.
La filosofía es constitutiva a la propia razón humana, el ser humano anhela la búsqueda del todo, de tener un sentido completo y no fragmentado, la filosofía trata de dar respuesta a ese fundamento que integre todo conjunto de los “saberes” fragmentados que nos ofrecen las ciencias particulares. Nuestra razón demanda un principio que explique y justifique tanto la esencia del mundo como su existencia. Ese principio no es un dato que se encuentra frente a nosotros, sino al contrario, no se nos da, la única solución que le queda al filósofo es adentrarse en sí mismo, y buscar las verdades que no necesitan de ningún otro fundamento que esté fuera de sí.

Textos:

En el principio está la admiración.

Los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admiración ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. De suerte que si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían todas las cosas necesarias y relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para sí misma. 

Aristóteles “Metafísica”


Filosofía y amplitud de miras.

El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de la razón (…). La filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuye la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque ante la grandeza del universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el universo que constituye su supremo bien.

B. Russell    “Los problemas de la filosofía”



¿Filósofo o sonámbulo?

Hacen bien, ¡qué diablos! La física sirve para muchas cosas, mientras que la filosofía no sirve para nada. Ya lo dijo, conste, un filósofo, el patrón de los filósofos, Aristóteles. Precisamente por eso soy filósofo: porque no sirve para nada serlo. La notoria inutilidad de la filosofía es acaso el síntoma más favorable para que veamos en ella el verdadero conocimiento. Una cosa que sirve es una cosa que sirve para otra, y en esa medida es servil. La filosofía, que es la vida auténtica, la vida poseyéndose a sí misma, no es útil para nada ajeno a ella misma. En ella, el hombre es solo siervo de sí mismo. Lo cual quiere decir que solo en ella el hombre es señor de sí mismo. Más, por supuesto, la cosa no tiene importancia. Queda usted en entera libertad de elegir entre estas dos cosas: o se filósofo o ser sonámbulo. Los físicos, en general, van sonámbulos dentro de su física, que es el sueño egregio (ilustre), la modorra genial de Occidente.

José Ortega Y Gasset            “Bronca en física”












2.- Conocimiento científico: orígenes, método y límites.

Introducción:
El conocimiento científico tiene una peculiar de manera de expresarse, que no es otra sino las leyes; éstas son afirmaciones declarativas más o menos generales que tratan de expresar regularidades.

Las leyes:
Frente a la interpretación de las leyes podemos mantener distintos estatus, según la postura filosófica de la que partamos.
Vamos a dar un repaso a las más importantes:
El  realismo: La ley es un enunciado que incluye todos los casos de que dicte la ley sean observados o no. Podemos distinguir entre las leyes de la ciencia y las leyes de la naturaleza, éstas son leyes se conozcan o no, por el contrario las leyes de la ciencia únicamente lo son, en cuanto son conocidas por alguien. De alguna manera las leyes de la ciencia no son más que expresiones de las leyes de la naturaleza. Pero lo que nos va a importar de esta distinción es que toda ley es universal, ya sea científica o de la naturaleza, es decir, con independencia de que la conozcamos.
El nominalismo: La ley no es más que un nombre que sirve a una comunidad de hablantes para referirse a un conjunto de casos o hechos. No tiene ninguna importancia que sea verdad o falsa, lo importante es que es un nombre que utilizamos para designar un conjunto de casos, es fundamental, instrumental.
El conceptualismo: La ley sirve para explicar el sentido de lo que ocurre en la experiencia de una forma consciente y que pueda ser comprendido. Es decir, la ley expresa lo oculto en la naturaleza y lo hace comprensible al ser humano.



Tipos de leyes:
Numéricas: son leyes que enuncian relaciones entre números, basadas en relaciones formales del lenguaje matemático.
Físicas: Si consideramos la ciencia como una ciencia cuantitativa o matemática, cuyos enunciados de observación, son enunciados de medida, la forma de las leyes numéricas nos dará la forma de las leyes físicas, con la diferencia que en éstas, se considera que los numerales representan propiedades numéricas de magnitudes físicas tales como la longitud, la carga, la masa, etc.
Las leyes de la biología y las ciencias humanas: Son explicaciones, las de ambas, específicamente funcionales, es decir, se apoyan en funciones que son vistas a un fin, que a su vez se relaciona con un fin más amplio y la explicación sólo se obtiene ante el organismo completo.
Históricas: se remiten a sucesos o estados que la ley describe guardando una relación de lo anterior con lo posterior, así la ley es asimétrica o direccional.

Las teorías:
Las leyes expresan relaciones fenoménicas, pero tratamos de enmarcar esas leyes en contextos más amplios y así poder ampliar la visión del mundo físico que se nos revela. Así las teorías contribuirán a darnos una visión más completa del mundo, pero no es más que un esquema conceptual que inventamos para explicarnos los fenómenos que observamos y las relaciones que existen entre ellos. De este modo reunimos en una única estructura llamada teoría y contiene conceptos, leyes, principios y distintas observaciones, las hipótesis difieren de las teorías por su grado de generalidad.
Las teorías deben predecir nuevos fenómenos observables y relacionar hechos independientes
.
Tipos de teorías:
Concepción axiomática de las teorías: Si las teorías son un conjunto de afirmaciones sobre una parcela de la realidad, éstas estarán estructuradas de una determinada manera, esa estructura con la que están formadas es la que da pie al cálculo axiomático. Lo que se quiere decir es que en una teoría se puede resumir en unas cuantas afirmaciones, el resto se derivan por un proceso de inferencia. Esas afirmaciones que forman parte del conjunto resumen se las denomina “axiomas”y las afirmaciones que se deducen se las denominan teoremas. Los teoremas no pueden aportar ninguna información nueva, sólo explicitan la información contenida en los axiomas.

Concepción historicista: Los paradigmas de khun; hay dos maneras de hacer ciencia la normal y la no normal. Los periodos de ciencia normal se caracterizan por el hecho que la comunidad científica trabaja en un determinado ámbito compartiendo los mismos presupuestos que son los que le permiten poder ir haciendo ciencia, la tarea de la ciencia normal consiste fundamentalmente en ir perfeccionando y ampliando el aparato teórico conceptual. Pero la ciencia no siempre discurre de éste modo, pues, a veces, nos encontramos con anomalías, con hechos que no encajan en las teorías. Si no somos capaces de resolver la anomalía sobreviene una crisis en la comunidad científica y se comienzan a cuestionar los presupuestos y fundamentos de la investigación, comienzan a aparecer distintas alternativas para tratar de explicar los hechos, hasta que entorno a alguna de estas alternativas se comienza a organizar un nuevo cuerpo de supuestos. Así los viejos supuestos son desplazados por los nuevos en lo que Khun denomina una revolución científica, tras la cual se inicia un nuevo periodo de ciencia normal. El paradigma es el conjunto de supuestos compartidos por una comunidad que guían su investigación normal.
El programa de Lakatos; Para éste, las teorías están unidas entre sí formando algo así como “redes”, esta sucesión de teorías la denomina programa de investigación. Todos los programas tienen un núcleo que los vertebra y les da unidad. Este núcleo no se modifica, con el suceder de distintas teorías sigue permaneciendo más o menos intacto, es decir, cuando nos encontramos con algún hecho que no encaja en la teoría no sustituimos toda la teoría, sino que la adaptamos a las nuevas circunstancias, hacemos que evolucione y de respuesta a los nuevos hechos, así según Lakatos no hay más que una sucesión de diferentes versiones del mismo programa, en torno a un mismo núcleo.


Tipos de ciencias:
Ciencias empíricas y ciencias formales: Podemos decir que cuando un rayo de luz se refleja en espejo plano, su ángulo de incidencia es igual a su ángulo de reflexión, también podemos decir que la cohesión de los miembros de un grupo social aumenta ante la amenaza de una agresión exterior, pero también podemos decir:  (a-b)²= a²-2ab+b². Los primeros enunciados dicen algo acerca de los objetos o de las personas, se refieren a hechos. Pero el último enunciado no se refiere a hechos, no dice nada acerca del mundo.
Según este criterio podemos distinguir dos tipos de ciencias las empíricas que son aquellas cuyos enunciados se refieren a hechos (afirman o niegan algo que se da en el mundo). Y las ciencias formales que no se refieren a hechos, son vacías, no tienen como referencia el mundo en el que vivimos. Lo que queremos decir con esta expresión es que trabajamos con símbolos vacíos de contenido, por ejemplo en un sistema de ecuaciones, es muy posible que “x” e “y” se refieran algo real del mundo, pero cuando nosotros realizamos las operaciones según las distintas reglas sus símbolos carecen de significado y lo único importante es que las operaciones realizadas con los símbolos se adecuen a las reglas establecidas. Así el lenguaje formal es un lenguaje artificialmente construido estableciendo arbitrariamente los símbolos, puesto, que éstos no tienen significado, lo único que cuenta es la utilización de los símbolos, formulas y operaciones. Las matemáticas y la lógica son lenguajes formales.
Hecha esta primera división vamos a hacer otra tomando como criterio el objeto de las ciencias empíricas, si nos referimos a fenómenos de la naturaleza o si nos referimos al modo de comportarse el ser humano. Así cerraríamos el esquema.

CIENCIAS FORMALES: Lógica, matemática.



                                        NATURALES: Física, química, biología, etc
CIENCIAS EMPÍRICAS:  
                                        HUMANAS O SOCIALES: Economía, sociología,                                                                                                                                                                           historia, etc

Métodos de las ciencias:
Los métodos que las ciencias utilizan están basados en los modos generales de razonamiento que son la inducción y la deducción. El primero es un razonamiento en que se parte de una afirmación sobre algunos hechos observados y se concluye generalizando la afirmación (se aplica a las ciencias empíricas). La deducción por el contrario es un razonamiento en el cual la conclusión se deriva de premisas o enunciados de un modo necesario, por ejemplo, si todos los seres humanos somos mortales, puedo deducir que yo soy mortal (se aplica a las ciencias formales, aunque no es exclusivo de ellas).
Las ciencias naturales suelen combinar los razonamientos deductivos con los inductivos, creando el método hipotético deductivo que se basa en los siguientes pasos:
1.- La observación: que es el punto de partida de toda investigación científica basada en un hecho o en un fenómeno que desconocemos.
2.- Formulación de una hipótesis: Se formulan supuestos capaces de explicar el hecho o el fenómeno observado, las hipótesis además de servir para explicar el hecho ha de ser contrastable por medio de la experiencia y estar bien formulada, que no tenga contradicciones.
3.- Deducción de consecuencias a partir de la hipótesis: A partir de la hipótesis hemos de deducir todas las consecuencias de la misma.
4.- Comprobación de las consecuencias: hay que comprobar por medio de la experiencia todas las consecuencias derivadas de esa hipótesis, la comprobación se realiza por medio de experimentos.




3- Desarrollo científico

Introducción:
Ciencia, del latín scientia, de scire, saber. Es la actividad humana productora de conocimiento científico. Aquella actividad cultural humana que tiene como objetivo la constitución y fundamentación de un cuerpo sistemático del saber. Así definida, esta actividad podría confundirse con otras parecidas con un objetivo parecido, como la filosofía, el arte, y hasta la misma religión. Pero la actividad científica se distingue de otras similares por sus características específicas: el conocimiento del que trata es un conocimiento racional, que se refiere al mundo material o naturaleza, cuyas regularidades quiere explicar y predecir; obtenido mediante un método experimental, del cual forman parte la observación, la experimentación y las inferencias de los hechos observados; es sistemático porque se organiza mediante hipótesis, leyes y teorías, y es un conocimiento objetivo y público, porque busca ser reconocido por todos como verdadero o, por lo menos, ser aceptado por consenso universal. Así entendido, el concepto de ciencia debería aplicarse exclusivamente a las denominadas ciencias empíricas, como la física o la zoología, excluyendo a las llamadas ciencias formales, como la matemática y la lógica. Pero éstas últimas son también ciencias en el pleno sentido de la palabra porque, si bien no se refieren a hechos de la naturaleza, son también un conocimiento universal, sistemático y metódico, proporcionan los instrumentos de cálculo e inferencia, necesarios para el método y la sistematización de las ciencias empíricas y, además, también mantienen alguna relación con la naturaleza, de la cual constituyen modelos o formas para pensarla.

Las distintas cosmovisiones:
Históricamente, este tipo de conocimiento tuvo sus orígenes en Grecia, hacia el s. VI a.C., en las colonias jonias de Asia Menor, primero en forma de conocimientos de matemáticas y astronomía, y luego en forma de cosmologías nuevas que sustituyeron en sus métodos, pero no en sus objetivos a las viejas cosmogonías, tanto griegas y egipcias como babilónicas y hebreas. A este primer nacimiento se añadió, en el s. XVII, también en occidente y en la cuenca del Mediterráneo, el segundo y definitivo surgimiento de la ciencia, gracias a la renovación del modelo astronómico del mundo por obra de Nicolás Copérnico y, luego, a la aplicación del método matemático a los fenómenos físicos de la naturaleza, obra de Galileo. Estos autores y quienes siguieron apoyándose en su modelo de investigar dieron origen a lo que se denominó entonces «ciencia nueva» y posteriormente «ciencia moderna», la cual, con la síntesis posterior de la mecánica clásica de Newton, que supuso su culminación, se constituyó en modelo de conocimiento científico, o de ciencia, para toda la civilización posterior. Cuatro son los períodos que suelen destacarse como característicos de la aparición y constitución histórica de la ciencia:
 1) El paso de las primitivas cosmogonías (babilónicas, egipcias, hebreas y griegas) a las nuevas cosmologías, iniciadas por el pensamiento racional de los jonios del Asia Menor, hecho que supone el surgimiento de la filosofía en el s. VI a.C.
 2) La aparición de la tradición geocéntrica y geoestática por obra de Platón y Aristóteles y, sobre todo, de la astronomía y la física aristotélicas.
 3) La crisis y crítica (según algunos, gradual a partir de la Edad Media) de las ideas aristotélicas, en la denominada revolución científica, a comienzos de la era moderna, con el establecimiento del paradigma de la mecánica de Newton.
 4) Las modificaciones de este mismo paradigma, y por lo mismo, de la mecánica clásica y del modelo clásico de ciencia, por obra de la teoría de la relatividad especial de Einstein, en cosmología, y la nueva física cuántica, en lo relativo a la constitución de la materia.

Las características básicas
Las características de que goza la ciencia son las mismas que se atribuyen al conocimiento científico, ya que, en definitiva, son una sola y misma cosa (uno es el resultado de la actividad y la otra es la actividad humana que lo produce), y sólo a ellos se aplica la noción de episteme, tal como se denominaba al verdadero saber entre los griegos, por oposición a la mera opinión, que se consideraba conocimiento impropio o saber infundado. Pero debe reducirse a su justa medida el valor de verdad de la ciencia. Y, así, la filosofía de la ciencia resalta el aspecto de provisionalidad del conocimiento científico e insiste en que la ciencia es sobre todo aquella actividad racional que consiste en proponer teorías provisionales, a modo de conjeturas audaces, a partir de los problemas que surgen de nuestra adaptación al medio, para someterlas a la prueba del experimento, contrastándolas con los hechos, a fin de descubrir su posible falsedad.

















4.- La Racionalidad Teórica y Práctica.

Introducción:
Con Aristóteles se asumió la definición del ser humano como animal racional, y parece ser la razón la característica que distingue a los seres humanos del resto de los animales. La racionalidad es el uso el uso de la razón para escoger las mejores razones o acciones.
Con esta definición nos estamos refiriéndonos a dos ámbitos, el teórico y el práctico, uno dirigido a enunciados y el otro a las acciones.
La racionalidad teórica está orientada a todo el conocimiento conceptual y la racionalidad práctica está orientada a todo el plano actitudinal.
Lógicamente la racionalidad teórica es previa a la práctica ya que el conocimiento del mundo es anterior a la acción.

La racionalidad teórica:
La racionalidad teórica se refiere al mundo mediante enunciados, éstos son oraciones que afirman o niegan algo de la realidad, y por tanto, pueden ser verdaderas o falsas. El término específico que reciben los enunciados en filosofía son proposiciones. Pero hay dos tipos de proposiciones, las analíticas y las sintéticas.   
Las proposiciones analíticas son todos los enunciados formales y abstractos, que no hacen referencia a la observación directa del mundo. Son verdades universales y necesarias, un ejemplo de ellas son los enunciados matemáticos.
Las proposiciones sintéticas son fundamentalmente enunciados existenciales, son conocimientos que se refieren a lo que observamos y pueden ser contrastados en la realidad.
El conocimiento.
Ya desde la antigüedad se ha considerado que el conocimiento ha de ser sobre lo universal, es decir, conocemos algo cuando ese algo sigue siendo lo que es independientemente de las circunstancias que le afecten o del sujeto que le conoce.
En caso contrario no será un conocimiento cierto, sino que será una opinión.
Pero aquí nos enfrentamos al siguiente problema en el conocimiento del objeto; el sujeto se mantiene pasivo y simplemente percibe lo exterior tal y como es o por otro lado el conocimiento es el resultado de la actividad cognoscitiva del sujeto en el que influyen sus deseos, intereses, recuerdos, conocimientos previos, …
Para poner un ejemplo, muchos animales no llegan al grado de sensibilidad del ser humano para percibir los colores y en muchos casos algunos animales superan con creces la sensibilidad olfativa del ser humano, lo que significa que los humanos ven el mundo con una tonalidad más amplia que muchos animales y al contrario olfativamente el mundo es mucho más pobre para los humanos. Lo que nos induce a pensar que nuestra sensibilidad determina nuestra forma de describir y entender el mundo que nos rodea,  si esto ocurre con la realidad percibida hemos de cuestionarnos si vemos el mundo como es o tal y como somos capaces de verlo.
Pero vamos un poco más lejos en la época moderna se enfrentaron dos corrientes para tratar de caracterizar el conocimiento: el racionalismo y el empirismo.
El racionalismo. Considera que sólo se puede obtener conocimiento seguro partiendo del conocimiento racional y no dejándose llevar por lo que nos indican los sentidos, pues pueden engañarnos. Éstos creen que hay ideas innatas en las que se funda el verdadero conocimiento.
Uno de los principales exponentes de esta corriente es Descartes y su pensamiento se resume de la siguiente manera:
Es necesario desarrollar un sistema de verdades en el que nada esté dado por supuesto y para conseguir este propósito hay que desconfiar de todas las teorías y únicamente confiar en la razón, sólo ella puede encontrar un método con el descubramos la verdad. Para alcanzar esas verdades, Descartes, partirá de la llamada duda metódica que tiene como fin descubrir una verdad indubitable. Para ello Descartes comenzará dudando de la fiabilidad de los sentidos, dirá que los sentidos en muchos casos nos engañan, por lo que no pueden ser un criterio de verdad, pero no sólo esto, sino que además en muchas ocasiones no somos capaces de distinguir la vigilia del sueño, ¿en cuantos sueños nos hemos sentido tan angustiados como en situaciones reales? La imposibilidad de distinguir el sueño y la vigilia permite concluir que sólo un tipo de verdades, las matemáticas, pueden mantenerse tales, tanto despierto como soñando nadie duda de que dos más dos son cuatro.
Pero podemos suponer un “genio maligno” que pueda inducirme a error, es una tesis improbable, pero, como no puedo comprobar que sea falsa supondré que tampoco las matemáticas puedan fundamentar ninguna certeza. Así nos encontramos en una circunstancia en que dudamos de las mismas matemáticas, ante está duda no conocemos nada con certeza incluso dudamos de la existencia de las cosas, pero podemos afirmar con certeza nuestra existencia, pues si hay duda, hay alguien que duda, por tanto quien duda existe ( Cogito ergo sum: Pienso luego existo). Además en mi mente tengo la idea de infinito, pero en el mundo no hay nada infinito por lo que ha de ser una idea innata, pero lo único que me cabe pensar que sea infinito es Dios, así pues si Dios existe es imposible que permita que un genio maligno me engañe, ya que su bondad es infinita, por tanto para conocer la realidad con certeza sólo he de guiarme por las reglas del método cartesiano:
1.- La evidencia: Una verdad es evidente cuando se nos muestra de un modo claro y distinto.
2.- El análisis: Consiste en dividir las facultades en los componentes más simples que sean posibles, la experiencia sensible nos muestra compuestos y debemos de llegar a sus elementos más simples por medio de la razón.
3.- La síntesis: Es el paso de lo simple a lo complejo, de lo más simple llegar al conocimiento de los objetos compuestos.
4.- La enumeración: Hacer balance del trabajo de investigación con el objeto de evitar posibles equivocaciones u omisiones. 
El empirismo. Considera que todo conocimiento comienza y termina en la experiencia, a partir de la información que nos proporcionan los sentidos. La mente humana es como una página en blanco sobre la que se imprimen todos los conocimientos a partir de la realidad.    
Uno de los principales de esta corriente es Hume, según él los datos que nos proporcionan los sentidos los denominamos impresiones, cuando la impresión de algo desaparece, es decir cuando los sentidos no son estimulados lo queda lo denominados idea (recuerdo de las impresiones), al conjunto de impresiones e ideas lo denominamos percepciones. Las ideas son imágenes debilitadas de las de las impresiones. No se puede conocer nada que esté más allá de las impresiones, el paso de las impresiones a las ideas sólo es posible gracias a la memoria. Así, para Hume, el conocimiento sólo es posible gracias al hábito, a la costumbre. (Si ponemos la mano en el fuego y nos quemamos la memoria conserva esa idea y hace que por la costumbre conozcamos que el fuego quema). Pero el conocimiento por experiencia no es ni universal ni necesario, solo conocemos experiencias, y por tanto, subjetivas. No conocemos la realidad tal cual es, sino como se nos aparece. Las cosas que se nos presentan las denominamos fenómenos, conocemos los fenómenos, pero no la realidad en sí.
El criticismo:
Por otro lado Kant plantea una posición conciliadora entra ambas posturas, admite la necesidad de la experiencia para el conocimiento , pero asume de los racionalistas en señalar que hay conocimiento que no proviene de la experiencia, es decir, los sentidos son el material del conocimiento, pero es la razón la que organiza de una forma determinada ese conocimiento. El sujeto necesita de la experiencia para conocer pero en ella impone sus estructuras para comprender el mundo, por lo que en el conocimiento intervienen la razón y los sentidos. De acuerdo con Hume todo el conocimiento parte de la experiencia sensible, pero no todo el conocimiento se reduce a ella. Kant denomina a las impresiones materia del conocimiento y a lo que aporta el sujeto que conoce a esas experiencias lo denomina forma del conocimiento. Todo lo a posteriori es conocimiento derivado de la experiencia y todo lo a priori es lo conocido sin necesidad de basarse en la experiencia. Así la materia del conocimiento es a posteriori y la forma a priori, gracias a la forma mis impresiones no son caóticas. La unión entre materia y forma constituye el sujeto conocido.   

La Racionalidad Práctica:
Ésta consiste en elegir los mejores medios para alcanzar el fin que nos hemos propuesto. Para alcanza nuestros deseos, nuestras finalidades debemos escoger entre una serie de medios para alcanzarlos, por lo que atestiguamos que el fin no justifica los medios. Una acción de ese tipo no sería racional, sino más bien, instintiva. Una elección racional consiste en optar por las decisiones más adecuadas para alcanzar el fin propuesto. Las acciones más racionales son las más eficaces y también las más predecibles.
En la racionalidad práctica el ser humano deja de teorizar y observar para pasar a actuar, las acciones que más ha preocupado a la filosofía son la acción moral y la acción política.
De la acción que aquí nos vamos a ocupar es la acción consciente y voluntaria que realizamos con algún fin u objetivo y éstos están determinados por nuestros valores. Vamos a distinguir entre diversas acciones: moral (con el bien como valor), política (que tiene como valor el bien colectivo o el mismo poder), artística (sus valores son estéticos, como la belleza) y técnica (sus valores son instrumentales y el valor supremo sería la utilidad).

Acción moral:
Por moral hay que entender el conjunto de normas o costumbres que rigen la conducta de una persona para que pueda considerarse buena, la ética es la reflexión racional sobre qué se entiende por conducta buena y en qué se fundamentan los denominados juicios morales. Las morales, puesto que forman parte de la vida humana concreta y tienen su fundamento en las costumbres, son muchas y variadas (la cristiana, la musulmana, la moral de los indios hopi, etc.) y se aceptan tal como son, mientras que la ética se apoya en un análisis racional de la conducta moral. La moral es un tipo de conducta, la ética es una reflexión filosófica. Con otras palabras, la costumbre, ya ha decidido por nosotros que es lo bueno y que es lo malo, y en función de eso nosotros nos comportamos, por ejemplo, no está bien insultar a los compañeros, lo que acabamos de decir no es más que una norma de acción, si la cumplimos actuamos bien y si no la cumplimos actuamos mal. Lo que la ética se va a cuestionar es el porqué la bondad o maldad de tal acción, la de insultar al compañero, si el compañero es otro ser con los mismos derechos que los míos, ¿es legítima esa ofensa?, esperaría yo lo mismo si la acción hubiese ocurrido en contra mía, la ética tiene que resolver ante que criterio juzgamos algo como bueno o como malo. Como hemos dicho la moral se expresa en forma de valores, valor antiguamente significaba valentía nobleza, coraje pero a través de la influencia capitalista el término comenzó a tener una acepción distinta,  se diferenció entre el valor de uso ( el valor emocional que tiene para mí algo) y el valor de cambio ( el precio que tiene el objeto), se puede observar muy clara la diferencia -yo puedo observar un cuadro de Miró y al no entenderlo para mi no tiene ningún valor de uso, pero cuando oigo el valor de cambio que tiene ese cuadro me estremezco, por el contrario puedo tener un regalo de un amig@, que podrá ser una baratija pero para mí tiene un valor sublime-. Es fundamental que se entienda esta diferencia porque remite a lo que debe ser frente a lo que es, la acciones de los demás y las propias remiten a lo que hacemos, pero eso que hacemos tiene posibilidad de ser juzgado según un patrón valorativo en él podemos considerar lo que debía de haber sido. Por ejemplo, un alumno se acerca a la mesa de un compañero para pedirle una regla, en ese momento no la está utilizando, pero la va a necesitar más adelante y le dice al compañero que no se la deja, que se hubiese traído la suya, independientemente quién tenga razón todos podemos conocer lo que debería haber sido, lo que nos parece que es justo.
Los juicios de valor tienen un carácter prescriptivo, normativo, pues como acabamos de decir, aunque no remitan a un mandato o a una obligación si remiten a un deber ser, a lo que creemos que debería haber sido.
 Así la moral cumple una función necesaria, como medio para regular la conducta de los individuos y la justificación racional de las normas de conducta es el papel de la ética, tiene que dar cuenta de la razón que esta por debajo de cualquier juicio valorativo, es decir tiene que justificar el porqué es bueno eso que llamamos bueno. Sólo el ser humano es capaz de acción moral, la razón de esto es por que el ser humano es libre, no está determinado por sus instintos como los animales, y en la medida en que somos libres somos responsables de nuestros actos, pero además, sólo el hombre es capaz de realizar valoraciones morales. Es decir, biológicamente el hombre está preparado para la actividad moral. La naturaleza del hombre no le hace esclavo de una respuesta automática ante un estímulo, sino que es capaz de utilizar su inteligencia y valorar la realidad, en la medida que lo hace es un ser moral, pero el hecho moral sólo se da cuando el individuo elige de forma autónoma. Así la vida moral tiene como objeto que la persona se haga a sí misma y para ello es imprescindible que sea libre y atónom@ en sus decisiones.
Que el individuo sea libre significa decir que hay en él una capacidad de tomar en sus manos su propia vida, su propio obrar, esto supone que el individuo sabe lo que se hace y el porqué lo hace. La persona sabe lo que quiere y porqué lo quiere, y el obrar, lo hace según las consideraciones que aprueba, que acepta como válidas.
El individuo como ser libre que es, decide que hacer con su vida, elige su destino, para ello el conocimiento nos abre un campo de posibilidades y objetivos que cada uno ha de poner en práctica según las circunstancias que le afecten, por ello cuanto más conocimientos tenemos estamos más capacitados para comprender y valorar la realidad y por supuesto prever mejor las consecuencias de mis acciones ( realizar más convenientemente el cálculo medio fines). Por ello cuantos más conocimientos tengamos más autónomos y más libres seremos, por el contrario, cuanto menos tengamos, más nos dejaremos llevar por los demás y más instintivamente actuaremos, dejándonos llevar por las inclinaciones, al no ser capaz de comprender la realidad y darle una respuesta adecuada.


Acción política:
La política hace referencia al término polis, las polis eran ciudades estado autocráticas, con plena garantía de libertad y autonomía económica. Las polis reúnen a un grupo de ciudadanos con más o menos los mismos intereses en una zona geográfica limitada, lo que supone que se han de dar unas normas de convivencia para vivir pacíficamente entre ellos. Así cuando decimos que un grupo posee normas éticas nos estamos refiriendo a que sus miembros tienen ciertas creencias de lo que se elige o lo que se prefiere justificadamente, consideran esas reglas revestidas con cierta autoridad y además justificadas. Lo que las hace justificables, lo que les da su razón de ser, parece que sea la utilidad de las mismas. Pues en la lucha por la supervivencia del ser humano, ya en las épocas primitivas, aunque de manera muy precaria, para que la sociedad o la tribu sobreviviese era necesario que en ella existiera una cierta estabilidad y la moral proporcionaba esa estabilidad. El ser humano es capaz de predecir las consecuencias de sus acciones, lo que supone la conexión entre medios y fines, la posibilidad de establecer la conexión entre medios y fines requiere la capacidad de imaginar el futuro, en segundo lugar, hay que decir que somos sujetos capaces de comprender la realidad y por ello valorarla y por último la fundamental capacidad de elección.
Para que haya paz y orden dentro de un grupo social se hace necesario proporcionar unas reglas revestidas de autoridad, las normas morales no utilizan mecanismos de coacción severos, sino más bien al contrario las interiorizamos desde pequeños y por esa razón son mucho más eficaces que las normas legales.

La ética política, es la ética que versa sobre las normas de acción que permiten la convivencia y el orden de la comunidad coordinando las acciones individuales para fomentar el bienestar general. Pero va más allá, la ética política también va a tomar en cuenta las normas de acción que deben regir el comportamiento del político en su calidad de gobernante o legislador, responsable del bienestar y seguridad de todos los ciudadanos. La práctica política se ve abocada en muchas circunstancias a hacer compatibles valores en conflicto y a denegar o limitar algunos derechos que la ética considera inmodificables e inalienables. Por ejemplo; por el bien del derecho nacional el político priva sin contemplaciones el derecho individual, ocurre lo mismo con los límites entre la seguridad y la libertad. Concretando: -el polémico caso de vigilar las calles, si ponen cámaras en las calles están invadiendo uno de nuestros derechos fundamentales, el derecho a la intimidad, pero por otro lado es la única manera que los legisladores han encontrado para poner en “jaque” a los “cacos”, los ladrones de carteras-.
La ética política trata de salvar el abismo entre los principios éticos y las normas de acción entre el individuo y la comunidad política. Los políticos saben que para conseguir fines buenos, deseables para la sociedad hay que contar con medios moralmente dudosos, o al menos, peligrosos. La pregunta principal entre ética y política se sitúa en ¿el fin justifica los medios?, si la repuesta es sí, lo que queremos decir es que los medios no tienen un valor en sí mismos, el valor sólo es otorgado por los resultados que se obtienen con la acción.

Acción artística:
Llamamos experiencia estética al encuentro que el ser humano tiene con la belleza. Encuentro que no consiste en asimilar o almacenar la belleza, sino en participar en el mundo natural y en el mundo artístico. Esta participación es posible porque el sentir estético es un sentir abierto a la naturaleza y al arte. Conocer la belleza no es almacenar impresiones sobre naturalezas u objetos bellos, sino participar en su descubrimiento y creación.
¿Qué es la belleza?:
Etimológicamente “belleza” significa brillar, aparecerse, ser visto. La belleza es considerada como una cualidad o una propiedad de las cosas, que hace que los hombres las contemplen con deleite y satisfacción. En los tratados de estética tratan de acotar el término de belleza. Por un lado se trata de descubrir cuáles son las características que poseen determinados objetos que llamamos bellos. Por ejemplo, tenemos los criterios estéticos griegos como son el orden, la medida, la proporción, el equilibrio, … Pero a partir del siglo XVII se comienza a conceder una importancia considerable al gusto cuando se trata de hablar de belleza. Lo importante ya no son las características del objeto, sino más bien, el efecto que la contemplación de ese objeto produce en nosotros.
Lo estético:
La actitud estética es generalmente contrapuesta a la actitud práctica que sólo se interesa por la utilidad del objeto en cuestión. Cuando contemplamos estéticamente una obra de arte o la naturaleza, nos fijamos solamente en las relaciones internas, es decir, en el objeto estético y sus propiedades. La atención estética se orienta hacia el objeto fenoménico, no hacia el objeto físico. Sin la presencia de un objeto físico, como la pintura o el lienzo, no podríamos naturalmente percibir ningún cuadro; pero la atención debe centrarse sobre las características percibidas, no sobre las características físicas que hacen posible lo percibido.
Teorías del arte:    
La teoría formalista: la excelencia formal es el único carácter intemporal del arte a través de los siglos, puede ser reconocida por observadores de distintos periodos y culturas.
El arte como expresión de los sentimientos: la obra de arte debe en algún modo ser expresiva especialmente de los sentimientos humanos, así el arte es expresión de los sentimientos humanos.
El arte como símbolo: Según esta teoría el arte se describe más propiamente como símbolo de los sentimientos humanos que como expresión de ellos. Las obras de arte son signos icónicos del proceso psicológico, especialmente signos de los sentimientos humanos.
La belleza natural y la belleza artística:
La cuestión de la relación entre la belleza natural y la belleza artística ha sido objeto de controversia a lo largo de la historia, dando lugar a la aparición de tres grandes tradiciones: naturalismo, esteticismo, e interaccionismo:
El naturalismo: Considera que el arte imita a la naturaleza, que la belleza del arte es el resultado de la imitación de la belleza natural. La tarea del arte es reproducir, imitar copiar y trasladar a su obra el orden, la perfección, la proporción y la armonía que hay en la naturaleza. Cuando el artista realiza una obra la elabora ateniéndose a un canon de belleza, es decir, un modelo ideal que se establece como norma para los maestros de la rama artística correspondiente. El artista intenta reproducir dicho canon aplicando su esfuerzo y disciplina. Cuanto más se adapta al modelo, más bella es.
El esteticismo: El arte nos libera de la naturaleza, permite que nos olvidemos de ella. El artista no tiene porque someterse a ningún tipo de reglas impuestas desde el exterior. Igual que crea sus propias obras crea sus propias reglas. Esta estética supone la fragmentación de un mundo ordenado y la diferenciación entre una armonía física y una armonía imaginativa ( ficción).
El interaccionismo: Plantea la armonía como un problema permanente como una tarea por resolver en cada momento, resultado de una búsqueda de la imaginación y de un encuentro con la naturaleza. Es el problema del arte como encuentro entre el entorno natural o físico y el mundo imaginario o ficticio. Del modo de plantear esta interacción dependerá el lugar que asignemos al arte en la cultura.


Acción técnica:
El término tekhné se suele traducir por el latino ars ( arte). Así el arte y la técnica son considerados como parte del saber productivo. La técnica para Aristóteles vendrá a ser lo que modifica la naturaleza, para Francis Bacon la técnica es el dominio de la naturaleza, y desde entonces ese dominio se ha asociado a relaciones de producción y a todas las estructuras sociales, de modo que no sólo se domina a la naturaleza, sino que la técnica ha posibilitado el dominio del hombre sobre el hombre. La técnica es anterior a la ciencia, de hecho cuando la ciencia interviene en la técnica el resultado se denomina tecnología.
La estructura del sistema tecnológico:
Las sociedades contemporáneas tienen necesidad de producir tecnología, y dicha producción se lleva a cabo mediante múltiples medios, a saber; la investigación científica, inversiones en desarrollo tecnológico, producción industrial, capital económico y humano, aprovechamiento de recursos naturales y artificiales, actividades de las instituciones públicas y privadas dedicadas a la investigación y hasta la propia educación escolar. Todos estos medios se encuentran de alguna manera interrelacionados entre sí, dando lugar a lo que llamamos sistema tecnológico.
Los seres humanos viven en sociedad y sus actitudes se realizan en un entorno social, así la actividad científica y tecnológica se halla condicionada fundamentalmente por las necesidades y demandas sociales. Pero las necesidades y demandas sociales cambian, por lo que el sistema científico-tecnológico tiene que tener la misma capacidad para adptarse a las nuevas necesidades. En este sentido todo científico se ve obligado a orientar su tarea científica en función de una pautas, normas, valores y concepción de la realidad aceptados comúnmente por todos los miembros de su comunidad científica.
Tecnología y calidad de vida:
El desarrollo tecnológico ha ocasionado innumerables repercusiones sociales, que han afectado a todos los sectores de la sociedad, influyendo en la calidad de vida, en los hábitos de consumo en la organización del trabajo, en la estratificación de la sociedad, e incluso en las relaciones entre los diferentes Estados.
Las innovaciones técnicas suelen repercutir en la sociedad, pues las personas y las instituciones sociales tratan de adaptar los cambio tecnológicos a la satisfación de las necesidades. Así, cuando no se produce la armonía entre los cambios tecnológicos y el sistema de valores vigente en una sociedad, tiende a surgir el conflicto social. De ese modo, habitualmente sucede, que los sistemas de valores evolucionan mucho más lentamente que el progreso tecnológico. La sociedad tarda en adaptar su sistema de valores a los nuevos hallazgos. De este modo, los ideales sociales y morales siempre van a la zaga de las innovaciones tecnológicas y con frecuencia nos encontramos preocupados para valorar y juzgar con objetividad las aportaciones cientifico tecnológicas, así como para averiguar su significado social y prever sus posibles consecuencias.
Si la ciencia y la tecnología son neutrales o no, son dos posturas que a continuación vamos a atacar:
La visión tradicional:
Según la visión tradicional la ciencia y la tecnología son neutrales, lo problemático desde el punto de vista ético, es el uso para bien o mal que se les dé. La ciencia y la tecnología se las relaciona con el aumento de posibilidades de mejora de las condiciones de vida de los seres humanos. Se las considera como generadoras de progreso humano, aunque existen consecuencias sociales y ambientales negativas, éstas son contempladas como los costes que hay que pagar por los beneficios que procuran aquellas. Para los defensores de esta postura, el proceso de cambios en la ciencia y en la tecnología es un proceso relativamente autónomo de influencias sociales, que obedece a una lógica interna en el que las influencias sociales son prácticamente irrelevantes.
La escuela de Frankfurt:
Éstos consideran que las explicaciones científicas son evaluadas en última instancia por su capacidad para generar nuevas aplicacines técnicas, o sea, por su utilidad práctica. En realidad lo que el ser humano quiere alcanzar de la naturaleza es conocer la forma de utilizarla para lograr el dominio de la naturaleza y de los hombres. El criterio es el cálculo y la utilidad, así el saber queda supeditado al poder. El problema es que ese poder no es la capacidad de la especie humana para establecer la condiciones de su felicidad universal, sino que responde a los intereses de las clases dominantes, que aprovechan los avances técnicos para asegurarse sus privilegios. Así la racionalidad científica queda al servicio del poder.
Repercusiones sociales del desarrollo científico y tecnológico:
Relaciones entre el cambio tecnológico y el cambio social:
Francis Bacon contra la tendencia general, que concedía importancia histórica a acontecimientos políticos , militares, religiosos, etc. Llamaba la atención sobre algunos descubrimientos técnicos que habían influido profundamente sobre el curso de la historia. Sin embargo la idea de que la tecnología es la fuerza motora de la sociedad surgió en las primeras etapas de la revolución industrial. Esta forma de concebir la evolución social se asienta de un modo implícito o explícito sobre el concepto de determinismo tecnológico.
La sociedad industrial y sus transformaciones:
La industrialización y la incorporación sistemática de la máquina transformo profundamente los procesos de producción y la forma misma del trabajo. Estas transformaciones tuvieron lugar en una doble dirección: a) la maquinización del proceso productivo exigió la concentración de los obreros en un único lugar de trabajo, en el lugar de la manufactura primero y con mayor intensidad en la fábrica después. b) el proceso de producción mismo se transformó, llegando a ser una actividad colectiva, un trabajo en equipo. Este proceso generó un  fuerte incremento de la división de trabajo.

El impacto de la evolución tecnológica y del progreso social en el medio ambiente: los problemas ecológicos:  
Cuando hablamos de ecosistema nos referimos al conjunto de seres vivos cuyos procesos vitales se interrelacionan dentro de un determinado hábitat. Todo ecosistema está compuesto por los siguientes elementos: El ambiente físico, la vegetación, el conjunto animal y la comunidad saprofítica o conjunto de hongos y bacterias que se alimentan de sustancias orgánicas en descomposición.
En la naturaleza los ecosistemas inferiores se encuentran dentro de los superiores, estableciéndose entre ellos interrelaciones, así ecosistemas inferiores dependen de los superiores, siendo todos, en último término, dependientes del microsistema total de la biosfera. Pero desde un punto de vista diferente podemos decir que los microsistemas y hasta la propia biosfera en su totalidad pueden verse modificadas por las variaciones de los microsistemas. Por lo que todo se encuentra relacionado con todo, si existe cualquier perturbación en los organismos o en el entorno físico de determinado habitat tiende a romper el equilibrio de un ecosistema y a originar toda serie de acciones y reacciones, en cadena, hasta que un nuevo equilibrio se restablece en lugar del antiguo. Pero la aparición del hombre sobre la tierra supuso la introducción en la biosfera de una variable nueva el surgimiento de la actividad técnica que ha dado lugar en los últimos años, al establecimiento de nuevos sistemas de vida y de productividad que tienen efectos nocivos para la litosfera, hidrosfera y la atmósfera debido a la adicción en grandes cantidades de sustancias tóxicas o dañinas que resultan perjudiciales, para los ciclos biológicos y químicos que renuevan los sistemas terrestres. A este fenómeno se le da el nombre de contaminación. Desde el punto de vista ecológico, se entiende por contaminación el hecho de alterar las condiciones biológicas de un determinado ecosistema, tiene lugar cuando la acumulación de residuos supera la capacidad del medio ambiente para eliminarlos.   

Control social sobre el desarrollo científico: La toma de conciencia de las enormes ventajas que pueden derivarse de la investigación científica y el desarrollo tecnológico ha planteado al Estado la exigencia de planificarla, organizarla y financiarla. La ciencia se ha ido institucionalizando. El proceso de desarrollo tecnológico no es automático ni objetivo, depende de las decisiones que se adopten, podemos promover o detener una línea de investigación e innovación. La ciencia y la tecnología son una fuente de poder, de privilegios, de riqueza y de prestigio, y los intereses que la promueven no necesariamente son los intereses generales de la sociedad. La ciencia es poder y como cualquier otro poder, debe estar sometida a los mecanismos de control y regulación social.
La correspondencia entre el fin y los medios:
Numerosos científicos y filósofos pensaron que con el surgimiento de la revolución industrial y el aumento de la producción se lograría resolver gran parte de los problemas de la sociedad. Pero en realidad lo que ocurrió es que una minoría privilegiada dueña de las fábricas y de los recursos económicos amasó ingentes fortunas, mientras que los obreros de las fábricas fueron reducidos a mano de obra de barata. El hombre se convirtió en mero medio al servicio de la producción y como cualquier otro medio fue sometido a la ley de la oferta y la demanda. Así el ser humano se convertía en un mercancía más. De ese modo el ser humano que debería ser u  fin en sí mismo, pasa a ser utilizado como un medio. Los seres humanos, pues, son considerados como cosas, están alienados.



5.-Preguntas y Problemas fundamentales de la filosofía.

Propedéutica:
Las cuestiones que se viene haciendo la filosofía suelen dividirse en dos tipos. Las cuestiones sobre cómo es el mundo y cómo lo conocemos y por otro lado las cuestiones que abordan el tema de cómo vivir en el mundo y sobre la conducta humana. Unas responden a la filosofía teórica como ¿es posible el conocimiento?, ¿cómo puedo estar seguro de lo que conozco?, ¿además de las realidades materiales tiene sentido afirmar que existen realidades inmateriales?. Las otras responden a la filosofía práctica, por ejemplo, ¿cómo debo actuar?,  ¿existe la libertad?, ¿las acciones justas son buenas?
Las cuestiones y problemas filosóficos son universales y radicales, pese a las distintas visiones que le han dado en el tiempo en que se han desarrollado, por ejemplo los griegos del siglo IV se cuestionaban si la naturaleza del ser humano tendría un componente divino, el alma, mientras que otros opinaban que sólo era materia. Hoy día nos preguntamos si la naturaleza del ser humano tiene algún componente inmaterial como es la mente o todo se reduce a epifenómenos del cerebro.
Veamos un ejemplo de la radicalidad de las preguntas filosóficas:
Para todas las personas le es inevitable preguntarse por el origen y evolución del universo, los griegos consideraban que no había que preguntarse por su origen pues había sido eterno, desde la perspectiva judeocristiana y musulmana, el universo había sido creado por Dios, según San Agustín hace unos 5000 años. Hoy día se tiende a pensar, gracias a las aportaciones de la teoría de la relatividad y a los físicos Friedman, Lamaître, Hubble y Eddington que se basaron en el estudio de la evolución de las estrellas y su espectro de luz, que el universo había tenido su origen en un punto del espacio y en un tiempo concreto, aproximadamente hace 15.000 millones de años así es como George Gamow llegó a la teoría del Big Bang, mostrando que el universo está en expansión y lo hace de acuerdo con la idea del espacio curvo propuesto por Einstein (como lo haría un globo que se va hinchando). Aún admitiendo esta teoría le es inevitable a la filosofía preguntarse ¿qué sucedía antes de la gran explosión?, ¿Cómo se puede pasar de una nada infinitesimal a la materia del universo?, ¿tiene el universo una finalidad o es fruto del azar?, ¿hay un único universo o varios universos?, ¿hay vida en otros mundos?.
Todas estas preguntas las realiza el ser humano desde su vida pero ¿cuál es nuestro papel en el cosmos?, ¿qué sentido tiene nuestra existencia?, ¿y mi vida?.
En cuanto la pregunta por el sentido se dan tres tipos de respuestas:
No hay sentido: Todo es absurdo, nos encontramos en un mundo, que no tiene ninguna finalidad, no hay ninguna razón para luchar por la vida, en la vida no encontraremos ninguna respuesta que tanto anhelamos por lo que viviremos en un vacío, en un angustioso sufrimiento del que es imposible salir a excepción de que seamos capaces de vivir sin cuestionarnos nuestro sentido vital.
Inmanencia: La existencia tiene una finalidad, aunque esta finalidad, lógicamente no puede ir más allá de nuestra muerte, sólo podemos darle sentido a nuestra vida en nuestro existir. El fin se encuentra en sí mismo y no necesita de nada ajeno a él para tener sentido.
Trascendencia: Desde este punto de vista la vida ya tiene sentido por sí misma y lo seguirá teniendo siempre, el ejemplo más claro de este modo de entender la finalidad lo encontramos en las religiones. La finalidad se encuentra fuera de sí.
Desde la vida nos preguntamos por el sentido de la misma, pero precisamente lo que condiciona esa pregunta y determina su respuesta es la certeza de la finitud de la misma, es decir, el saber que vamos a morir. Lo que nos genera angustia y sufrimiento. Cuantas veces padecemos, sentimos dolor sin que éste tenga una causa clara y justificada, podríamos pensar que ese dolor es natural o inherente a la vida misma, en este caso el dolor vital no parece un efecto de las limitaciones de la vida, sino causa de ellas.
Hay pensadores que consideran que la vida en sí es sufrimiento y es inútil rebelarse contra él porque es lo propio de nuestra condición finita, aún con esta visión derrotista de la vida, suele ir unido a ella un ideal de esperanza para superar ese dolor, que suele imaginarse un futuro mejor que de sentido a su sufrimiento y dolor, convirtiendo la esperanza en un consuelo. Para el que esté satisfecho con la vida, la esperanza no tiene ningún sentido, pero es muy complicado, sino imposible, dar con personas conformistas pues como dría Schopenhauer nuestra voluntad no tiene límites. 
Todos estos temas que hemos tratado y algunos más como los son la sustancia y los accidentes, el alma, Dios, la libertad, …. son cuestiones que trata una rama de la filosofía denominada metafísica.
La metafísica puede ser caracterizada como aquello que está más allá de lo empírico, entendiendo por empírico aquello que inmediatamente o mediatamente es objeto de una experiencia sensible. El preguntarse por el ser y el valor equivale a preguntar por aquello que está más allá de todo condicionamiento y toda determinación. El preguntarse el ¿por qué algo? Y ¿para qué vale algo? Son preguntas que condicionan el resto, según las repuestas que demos a esas preguntas determinaremos las demás.
Es Aristóteles el primero que comienza a hacer metafísica propiamente dicha y dirá de ella que es la ciencia de todo lo que es, trata del ser.
Dentro de la metafísica podemos distinguir dos grandes corrientes, la espiritualista que representaremos con Platón (aunque parezca un anacronismo), y la materialista que representaremos con Thomas Hobbes.
La metafísica espiritualista defiende no sólo la presencia en el universo de elementos no materiales, sino también, que el universo se interpreta mejor desde una perspectiva no materialista, dando primacía al espíritu y no a la materia o a lo empírico.
Para Platón todo lo sensible está sujeto al cambio, por tanto no puede ser objeto de conocimiento. La definición, no puede corresponder a ninguna de las cosas sensibles, ya que están sujetas al devenir. Por ello consideró que había de haber otro tipo de entidades, a las que llamo ideas, separadas de las cosas sensibles, pero no sólo esto sino que además sostuvo que las cosas sensibles existen por participación de las ideas. Las ideas son aprehendidas por la inteligencia. Las ideas existen independientemente de las cosas.  
La metafísica materialista es el conjunto de teorías que, a lo largo de la historia del pensamiento, han afirmado, como principio fundamental, que en el mundo sólo existe materia o que todo es materia o es reducible a la materia.
Para Thomas Hobbes todo cuanto existe es material, todo es cuerpo y la filosofía no es más que la ciencia de los cuerpos. Hay cuerpos naturales, físicos o humanos, y de ellos trata la filosofía de la naturaleza, y cuerpos artificiales, como el Estado, y de ellos trata la filosofía política. Los espíritus existen, pero también son corpóreos; decir “sustancia incorpórea” es lo mismo, e igual de contradictorio, que decir “cuerpo incorpóreo”, o “materia inmaterial”. Como materia que es, todo está sujeto a las leyes del movimiento, incluida la vida psíquica y el mismo conocimiento.

Grandes problemas de la metafísica Occidental:
En la época moderna los racionalistas consideraron que el conocimiento matemático era el único conocimiento verdadero. Por tanto la naturaleza resultará cognoscible en la medida en que logremos traducirla a lenguaje matemático. Es Descartes quien propicia ese cambio pues considera que la esencia de la materia es extensión y la extensión equivale al espacio de la geometría. Las sensaciones no son más que modos confusos de pensar, hay que reducir la sensación a una formulación matemática. La distinción entre propiedades primarias y secundarias señalaba que los cuerpos no son más que extensión geométrica en movimiento. Así la relación entre sensibilidad y entendimiento se fue planteando como problema. Y la metafísica pasa a ser una reflexión acerca de lo que significa comprender, y de cómo debe ser el universo para que resulte comprensible.
Los positivistas del siglo XIX consideran que la metafísica es pura palabrería porque trata sobre temas que no podemos verificar, que no podemos contrastar, trata de aunar todas las distintas teorías y leyes en unos supuestos que clasifican todos los hechos bajo conceptos abstractos. No hay más conocimiento que el que se adquiere a través de la experiencia objetivamente.

Hay tres preguntas que formulo Kant, y que con su obra trató de darles respuestas, Estas preguntas son:
¿Qué puedo conocer?, Qué debo hacer? y ¿ ¿Qué me cabe esperar?. La primera se refiere a la realidad y el modo de conocerla. La segunda se refiere a los asuntos éticos, el bien, el mal, la libertad. Y la última viene a preguntar por el sentido de la vida o como diríamos coloquialmente, ¿qué pinto yo aquí? Estas preguntas no tienen respuesta en la experiencia sensible, están más allá, son cuestiones metafísicas que el ser humano no dejará de hacerse durante su existencia, y sólo por medio de su razón tratará de satisfacer esas inquietudes.
















6.- Alcance y límites del conocimiento.

Introducción:
Los límites en el conocimiento no están nada claros, de hecho varían según nuestras exigencias críticas en el proceso del conocimiento. Así dejamos claro lo problemático que puede ser situar un límite, pero hay uno de ellos que es infranqueable, que es lo irracional. Así si hay un límite del conocimiento, cabe pensar, que no conocer un más allá de ese límite, si lo pasamos nos encontramos en el territorio de lo irracional.

Época clásica:
El Realismo es una postura epistemológica que admite que las cosas son como se dan, como las observo, es decir, el ser de las cosas y mi pensamiento sobre ellas se identifican. Esta postura se dio en la Grecia clásica y en el medievo.
En la Grecia clásica consideraban que el conocimiento puede abarcar el ámbito recorrido por el ser, sin poder ir más allá. Por consiguiente, el límite del ser es el límite del conocimiento. Aunque nos encontramos unas posturas escépticas como la de Gorgias, Pirrón de Elis o Carneades:

Gorgias:

En su obra Sobre la naturaleza o sobre el no-ser defiende el escepticismo. Sus ideas pueden resumirse en tres tesis:

1) Nada existe.
2) Si existiera algo no podría ser conocido.
3) Si algo existente pudiera ser conocido, sería imposible expresarlo con el lenguaje.


1) La primera tesis la defiende de la manera siguiente. Si algo fuese debería o bien ser eterno o no serlo. Si fuese eterno, habría de ser infinito y, si fuese infinito, no podría estar en nada. Pero, lo que no está en nada no existe. Por otra parte, si no fuese eterno, debería haber comenzado a ser, pero, para comenzar a ser, antes debería no ser, lo que es imposible, ya que el no ser no es. Así, ni es eterno ni tiene origen y, por tanto, no es.

2) La segunda tesis parte de la afirmación de Parménides según la cual no es posible pensar el no ser. Pero, si el no ser no pudiese ser pensado, no habría el error. Dado que el error existe, se infiere que puede pensarse el no ser. Así, podemos decir que hay cosas pensadas, que no existen, y cosas no existentes (como personajes míticos, por ejemplo) que pueden ser pensadas. De esta manera señala, contra Parménides, que existe una escisión entre pensamiento y ser y, por tanto, si algo fuese, no podría ser pensado. (Nótese que Gorgias usa como método de razonamiento el procedimiento de reducción al absurdo, tan hábilmente desarrollado por Zenón de Elea y otros eleatas).


3) La tercera tesis defiende que la palabra no comunica más que sonidos. Mediante el lenguaje no transmitimos colores, sabores, tamaños, etc., sino solamente sonidos. Y, al igual que la vista no ve los sonidos, el oído no oye los colores. Con ello pone de manifiesto el divorcio existente entre signo y significado, y destaca la imposibilidad de transmitir la realidad mediante la palabra.

Pirrón de Elis
Las motivaciones iniciales del pensamiento de Pirrón fueron de índole moral, y se centraron en cómo conseguir la felicidad. Para ello Pirrón intentó establecer qué criterios deben dirigir el pensamiento pero, según él, esto chocaba con la constatación de la imposibilidad de conocer la verdadera naturaleza de las cosas ya que todo nuestro conocimiento procede de la sensación, y ésta no nos da un conocimiento de las cosas mismas sino que, por ser cambiante, sólo nos proporciona meras apariencias. Las sensaciones no penetran realmente en el ser de las cosas, por lo que éstas nos son realmente desconocidas. De ahí concluía que ni tiene fundamento la creencia de que podemos conocer las cosas tal como realmente son, ni se puede creer que ninguna opinión sea realmente verdadera. Por ello, no hay ninguna seguridad en nuestros juicios, por lo que es de sabios no pronunciarse y practicar una epokhé o suspensión del juicio, o una aphasía: un no pronunciamiento acerca de lo real. Las consecuencias éticas de esta posición le condujeron a sustentar la necesidad de la imperturbabilidad del sabio o ataraxia, a la que consideraba el único criterio para la consecución de la felicidad. En el terreno práctico, Pirrón pensaba que era mejor seguir las normas de conducta establecidas, no porque sean mejores o peores que otras, cosa que no podemos saber, sino por mero pragmatismo, pero en su conducta el sabio no debe dejarse impresionar por las cosas externas, ya que la felicidad sólo se consigue por la ataraxia.

Carneades de Cirene:
Considera que con respecto al objeto, su representación puede ser verdadera o falsa, en cambio con respecto al sujeto aparece como verdadera o falsa. Dado que lo objetivamente verdadero escapa al hombre hay que atenerse al criterio de lo que aparece como verdadero y esto es lo probable. Las impresiones se nos dan vinculadas entre sí, de modo que aquellas impresiones que se nos muestran con otras de modo que ninguna de ellas se contradice es la que ofrece un mayor grado de credibilidad.

Época medieval:  
En la Edad Media la postura epistemológica no cambia mucho, siempre al margen de las influencias de la metafísica creacionista.  Así las cosas son en cuanto creadas, lo que supone que antes han estado en la inteligencia divina. La inteligencia humana es también un ser creado pero posee la facultad de poder adecuar lo pensado con la cosa, es decir que la proposición de identifique con la realidad. De este modo, todo la realidad y las proposiciones están ordenadas de igual modo según el plan divino de creación. En la Edad Media no hay autores destacables que pongan en duda el conocimiento de la cosa.


Época Moderna:
En la época moderna se va produciendo un desajuste entre el conocimiento y la realidad, debido al fenomenismo, aquí el problema es la garantía que tenemos para ajustar la realidad a nuestro pensamiento (de ahí el frecuente recurso de recurrir a Dios como garantía), pero en cuanto la razón va ganado autonomía con respecto a Dios el desajuste va creciendo y nos vamos acercando al escepticismo. La pregunta primordial de esta época será ¿Qué conocemos? y la mayoría de sus tratados irán orientados a buscar los límites del conocimiento.

El empirismo inglés: (Locke y Hume)
Locke niega que la razón produzca desde sí misma los principios y el material del que se sirve. La razón puede comprender dentro de su ámbito la esfera del saber probable. La acción condicionante de la experiencia es la que establece los límites de los poderes de la razón. La experiencia le da el material que ella es incapaz de crear. Aunque por otro lado la misma razón propone reglas o modelos para ordenar el material sensible. El conocimiento cierto es muy restringido, consiste únicamente en la intuición de nuestro yo, en la demostración de la existencia de Dios y en la sensación actual de las cosas externas.

Hume considera que todo conocimiento tiene como punto de partida la experiencia, pero la experiencia no va a lo que son realmente las cosas, a su esencia y por ello no nos lleva a un conocimiento completo de la realidad. Nosotros sólo observamos hechos, pero, al no existir una conexión necesaria entre causa y efecto, cuando nosotros observamos un hecho (efecto) no podemos deducir a partir de él la causa que lo ha producido. Las causas, que pueden ser consideradas como los principio últimos de nuestro conocimiento, están vedadas debido a que nosotros no podemos conocer más allá de lo límites de la experiencia, pero la experiencia sólo nos aporta hechos contingentes y no inferencias demostrativas, que son las que constituyen el verdadero conocimiento, nuestras inferencias son producto del hábito, de la costumbre.

Época contemporánea:
En la época contemporánea la importancia de lo que podemos conocer no tiene ninguna importancia, ya que es una filosofía marcada por lo irracional, en líneas generales, aunque tenemos excepciones como Husserl o Hartmann.

Nietzsche:
Éste cuestiona la razón en sí  misma ¿por qué hay que creer en ella?, la razón es una dimensión más de la vida humana, junta a la razón encontramos otras dimensiones como la imaginación, los sentimientos, el instinto, … y todas ellas nos pueden llevar a juzgar unas cosas u otras. La razón no es mejor que las otras dimensiones más bien al contrario es peor porque el mundo no es racional. Observamos que el mundo no se somete a ninguna regla que impongamos sino más bien nos encontramos un mundo en constante devenir, cambio que no se puede encerrar en conceptos racionales. La razón es una dimensión de la realidad, pero no la verdad.

Unamuno:
Éste identifica la razón con la inteligencia poniendo de relieve la inclinación natural de nuestro entendimiento a cuantificar e inmovilizar las cosas. De ahí la ilusión de las ciencias que toman por realidad lo que no es más que una secreción de la misma hecha por el entendimiento. El entendimiento toma lo inextenso por lo extenso, lo mutable por lo estático, el resultado de esa actuación es la fabricación de conceptos, los cuales no dicen que sea la cosa en sí sino que muestran símbolos que desfiguran la realidad. Pero el conocimiento conceptual no tiene una función puramente teórica o especulativa, sino que se inspira en exigencias prácticas de la vida. Así el entendimiento es visto como un instrumento creado por la vida misma para atender a sus necesidades. La verdad es lo que favorece a nuestro instinto de conservación. La razón no crea, ordena. Quien crea es el impulso vital, la razón es enemiga de la vida, lo vivo, lo inestable, lo individual es lo ininteligible. “Para comprender algo hay que matarlo, la ciencia es un cementerio de ideas muertas, Así pues, lo vital es irracional y lo racional lo antivirtal.”        




  















7.- Lógica formal e informal. Falacias y paradojas.


Introducción:
Antes de comenzar con la lógica formal vamos a hacer un pequeño repaso a la lógica tradicional:
La lógica aristotélica analiza el razonamiento deductivo o silogismo. Dadas dos proposiciones o premisas se sigue una conclusión. En las proposiciones distinguimos sus términos. Los términos son el sujeto y el predicado de la proposición: “los españoles son europeos”; españoles = sujeto,   europeos =  predicado.
Aristóteles clasifica las proposiciones según la cantidad y cualidad de los elementos que componen los términos. En cuanto a la cantidad, las proposiciones pueden ser universales o particulares, son universales cuando hacen referencia a la totalidad de elementos referidos en el término, de lo contrario, particulares. En cuanto a su cualidad pueden ser afirmativas si hay conexión entre los términos o negativas si no hay.
Según las relaciones entre cantidad y cualidad podemos establecer cuatro tipos de proposiciones:
Todos los extremeños son europeos.                           Universal afirmativa (A)
Ningún hombre es pez.                                                 Universal negativa   (E)
Algunos libros son interesantes.                                   Particular afirmativa (I)
Algunos animales no son voladores.                            Particular negativa     (O)

Un silogismo consta de tres términos, éstos se clasifican de la siguiente manera: El término menor es el sujeto de la conclusión. Se simboliza con la letra S. El término mayor es el predicado de la conclusión. Se simboliza con la letra P. El término medio aparece en las dos premisas y no en la conclusión. Se simboliza con la letra M.
Las premisas se clasifican de la siguiente manera:
La premisa mayor es en la que aparece el término mayor.     
La premisa menor es en la que aparece el término menor.
Veamos un ejemplo:
Todos los españoles son europeos.                                      Premisa mayor M-P
                     M                    P
Todos los extremeños son españoles.                                  Premisa menor S-M
                      S                         M
Todos los extremeños son europeos.                                   Conclusión S-P
                      S                        P

Las distintas formas que puede adoptar un silogismo se denominan figuras. Las figuras quedan determinadas en función de la posición que ocupe el término medio en el silogismo. En función de esta situación del término medio, se pueden distinguir cuatro tipos de figuras:
1ª Figura                M – P                                            2ª Figura                P – M                         
                               S – M                                                                          S – M
                               S – P                                                                           S – P

3ª Figura                M – P                                             4ª Figura               P - M
                               M – S                                                                          M – S
                               S – P                                                                            S – P
Un silogismo perfecto es evidente y válido, es decir que las premisas sean necesariamente verdaderas y principio primeros (no derivados). Pero hay silogismos imperfectos, su validez no es evidente sino que ha de ser mostrada con ayuda de un silogismo perfecto. Aristóteles elige como axiomas de la silogística a los silogismos de la primera figura por ser estos los únicos perfectos y evidentes.
Los medievales utilizaron modos válidos usando fórmulas mnemotécnicas que posibilitan su mejor memorización; ( A, E, I, O), y según las figuras:
1ª Figura: BARBARA, CELARENT, DARII, FERIO.
2ª Figura: CESARE, CAMESTRES, FESTINO, BAROCO.
3ª Figura: DARAPTI, FELAPTON, DISAMIS, DATISI, BOCARDO, FERISON.
4ª Figura: BAMALIP, CALEMES, DIMATIS, FESAPO, FRESISO.
Las vocales se refieren a la calidad y cantidad de las premisas y conclusión.

Veamos un ejemplo de cada una de las figuras:

BARBARA:
Todos los hombres son racionales.
Todos los australianos son hombres.
Todos los australianos son racionales.

CESARE:
Ningún francés es extremeño.
Todos los cacereños son extremeños.
Ningún cacereño es francés.

DARAPTI:
Todos los triángulos son polígonos.
Todos los triángulos son figuras.
Algunas figuras son triángulos.

BAMALIP:
Todos los extremeños son españoles.
Todos los españoles son europeos.
Algunos europeos son extremeños.


La lógica formal o simbólica
Es la lógica moderna que mediante el simbolismo lógico, o mediante el lenguaje formal se ocupa de la forma lógica de los enunciados y sus relaciones, es decir, sus razonamientos. La lógica simbólica convierte el lenguaje natural en un lenguaje simbólico, es decir en un lenguaje que utiliza símbolos en lugar de palabras. Las proposiciones, que no son más que enunciados que afirman o niegan algo y por tanto son susceptibles de ser verdaderos o falsos, se sustituyen por letras minúsculas comenzando por la “p”. Las proposiciones pueden ser simples o complejas, las primeras son aquellas que no pueden descomponerse en partes que a su vez sean proposiciones, las complejas son las que se pueden descomponer en proposiciones simples y que se componen como veremos a continuación por medio de partículas conectivas ( juntores). Estos son: ┐, ^,   v,  → ↔
Vamos a ver cada uno por separado:
El negador:  ┐ La negación de una proposición afirmativa p quedaría representada por ┐p. Se lee no p. En el ejemplo: p = Ramiro está en clase.
                                                  ┐p = Ramiro no está en clase.





Su tabla de verdad:              p                                     ┐p
                                          _______________________

                                             V                                     F
                                             F                                     V

La conjunción: ^: Una conjunción afirma la verdad de sus componentes. Se lee y, en lenguaje natural se leería de la siguiente forma. Pedro está jugando (p) y Juan está leyendo (q). p ^ q.

Su tabla de verdad:   p   q                           p ^ q
                                 ______________________


                                V   V                               V
                             V   F                             F
                                F   V                                F
                                F    F                                F




La disyunción: v: Una disyunción de dos proposiciones es verdadera cuando al menos una de esas proposiciones es verdadera y es falsa cuando ambas son falsas. Se lee o, por ejemplo la ajedrez es un deporte (p) o es un pasatiempo (q). p v q. La disyunción puede ser inclusiva o exclusiva. La inclusiva admite la posibilidad de que las dos proposiciones sean verdaderas, por ejemplo Miguel está estudiando o escuchando la radio ( o ambas cosas). La disyunción exclusiva rechaza la posibilidad de que las dos proposiciones sean verdaderas. O vamos a la playa o vamos a la montaña.




Su tabla de verdad:   p   q                                 p v q
                                ___________________________
       

                                V   V                                     V
                                V   F                                      V 
                                F   V                                      V
                                F   F                                       F
Por lo que la tabla representa podemos deducir claramente que el uso del disyuntor es inclusivo.





El implicador: → Se lee: si p ... entonces q. La expresión que precede al implicador se denomina antecedente, y la que le sucede, consecuente. Su sentido es el siguiente: una implicación es verdadera siempre que no se dé el caso de que el antecedente es verdadero y el consecuente falso, y falsa cuando ese sea el caso. Por ejemplo Si llueve (p) entonces se mojará la calle (q).


Su tabla de verdad es:                  p   q                        p→q
                                                  _______________________

                                                   V   V                            V
                                                   V   F                             F 
                                                   F   V                             V
                                                   F   F                              V



El coimplicador:  ↔ Se lee Si y sólo si. Una coimplicación es verdadera cuando sus dos componentes tienen el mismo valor de verdad de verdadero y de falso en caso contrario. Por ejemplo: Si y sólo si estudias (p) apruebas (q).



Su tabla de verdad es:                p   q                        p↔q
                                                  _______________________

                                                   V   V                            V
                                                   V   F                             F 
                                                   F   V                             F
                                                   F   F                              V







Podemos unir los juntores y así formular proposiciones de mayor complejidad, para esto utilizaremos uno signos auxiliares que son los paréntesis y los corchetes. No todos los conectores tienen la misma fuerza, por ello el uso de paréntesis se hace necesario. Con esta capacidad de formalización de la lógica cualquier expresión del lenguaje natural puede ser formalizada. De mayor a menor orden de fuerza se ordenan de la siguiente manera:  ↔, →, ^, v,  ┐.
En el caso de la siguiente fórmula: p→q v r; Si no ponemos ningún paréntesis, la conectiva dominante es el implicador y la fórmula propuesta es equivalente a esta: p→(q v r). Para que la conectiva dominante fuera el disyuntor, usaríamos el paréntesis de la siguiente manera (p→q) v r.

Cada proposición lógica toma dos valores verdadero o falso. Las posibilidades de combinación de ambas variables se calculan aplicando la fórmula 2ⁿ donde 2 representa el número de valores y n el número de proposiciones.
Con las tablas de verdad podemos conocer el valor de verdad de una formulación compuesta, podemos elaborar tautologías y contradicciones, las primeras se dan cuando el valor que toman es siempre verdadero y contradictoria cuando cuando son siempre falsos, los demás casos se denominan indetrminados. Una tautología sería: q ^ p→ (p ^q) v r. Una contradictoria:  ┐ (p ^ q ) → p. Una indeterminada cualquiera sería: ┐(p→ ┐q) ^ p.




El recurso a las tablas de verdad para comprobar la validez de los razonamientos es útil y sencillo cuando estos constan de pocas premisas y de variables proposicionales. A medida que aumenta el número de variables, aumenta el número de columnas y líneas en las tablas de verdad. De ahí que se recurra a reglas de inferencia para comprobar su validez, una regla de inferencia es por ejemplo la siguiente afirmación “de una formula condicional y la afirmación del antecedente como premisas, puede concluirse la afirmación del consecuente” (modus ponens).
Veamos las principales reglas de inferencia y sus esquemas:

Doble Negación: ( DN)
De una premisa, p, puede concluirse su doble negación y viceversa:                 p
_______
 ┐┐p 

Conjunción:  ( Con)
De dos proposiciones, tomadas como premisas, puede concluirse la conjunción de ambas:                  p
                                  q
                             _______
                                p ^ q

Simplificación: ( S)

De una conjunción puede concluirse cualquira de las proposiciones que la componen:
             p ^ q                                                                        p ^ q

           _______                                                                  ________
                 p                                                                                q

Adición: (Ad)
De una proposición, p, tomada como premisa, puede concluirse la disyunción de la misma con cualquier otra proposición:
                     p
            _________
                p v q
Modus Ponens: ( MP)
De una fórmula condicional y la afirmación de su antecedente como premisas, puede concluirse la afirmación del consecuente:           p → q
                                                                                       p
                                                                                     _________
                                                                                       q
Modus Tollens: ( MT)
De una forma condicional y la negación de su consecuente como premisas, puede concluirse la negación del antecedente:     p → q
                                                                             ┐q
                                                                         _________
                                                                                ┐p

Silogismo Disyuntivo: ( SD)
De una disyunción y la negación de uno de sus miembros como premisas, puede concluirse la afirmación del otro.           p v q                                 p v q                                                                                                                                                                                                                                                      
                                                                 ┐p                                              ┐q                                                            __________                                    _________
                                                                   q                                                    p
Transitividad: ( Tr)
Cuando las premisas son dos condicionales y el antecedente de una es el consecuente de la otra, puede concluirse una formula condicional formada por el antecedente de ésta y el consecuente de aquella:                         p → q   
                                                                   q → r
                                                             __________
                                                                   p → r
Dilema: ( Dil)
De una disyunción y dos condicionales cuyos antecedentes son las proposiciones que forman la disyunción, puede concluirse la disyunción de los consecuentes de tales condicionales.                                        p v q
                                                               p → r
                                                               q → s
                                                          __________
                                                                r v s

Conmutativa: ( Co)
Una conjunción puede transformarse en otra conjunción con las mismas proposiciones, invirtiendo las proposiciones en esta última sus posiciones respectivas:
                        p ^ q                                                   q ^ p
                   ___________                                        _________
                       q ^ p                                                    p ^ q
Una disyunción puede transformarse en otra disyunción con las mismas proposiciones, invirtiendo las proposiciones en esta última sus posiciones respectivas:

                        p v q                                                   q v p
                   ___________                                        _________
                       q v p                                                    p v q

Asociativa: ( As)
La conjunción de una proposición y una fórmula conjuntiva puede transformarse en otra conjunción con las mismas proposiciones conjuntadas de distinto modo:
                                               p ^ (q ^ r)
                                           ____________
                                               (p ^ q) ^ r
La disyunción de una proposición y una fórmula disyuntiva puede transformarse en otra disyunción con las mismas proposiciones disyuntadas de distinto modo:
                                            
                                               p v (q v r)
                                           ____________
                                               (p v q) v r
Distributiva: ( Dis)
La conjunción de una proposición y una fórmula disyuntiva puede transformarse en la disyunción de dos conjunciones:                            p ^ (q v r)
                                                                         __________________
                                                                              (p ^ q) v ( p ^ r)
La disyunción de una proposición y una fórmula conjuntiva puede transformarse en la conjunción de dos disyunciones:   p v (q ^ r)
                                                                         __________________
                                                                              (p v q) ^ ( p v r)
De Morgan: ( DM)
La negación de una conjunción puede transformarse en una disyunción en la cual se niegan las proposiciones integrantes:        ┐( p ^ q)
                                                                            ___________
                                                                                ┐p v  ┐q
La negación de una disyunción puede transformarse en una conjunción en la cual se niegan las proposiciones integrantes:       ┐( p v q)
                                                                            ___________
                                                                                ┐p ^  ┐q


Las reglas de inferencia y la deducción:
El recurso a las reglas de inferencia permite establecer todos los pasos necesarios para llegar de las premisas a la conclusión, en el caso de que el razonamiento sea válido. Para ello, a las premisas dadas se añadirán cuantas otras sean necesarias, indicando entre paréntesis la regla en que nos basamos para obtener cada una de ellas. Por ejemplo:
En el razonamiento:   1.  r  ^ q                         Se trata de deducir p a partir de las
2.      r → q                         premisas 1 y 2.
________
├ p


1.      r  ^ q
2.      r → q
                                   3.  r             (S 1)
                                   4.  p            ( MP 2,3)
Un razonamiento expersado sin formalizar:
  1. No es el caso que ni voy al fútbol ni voy al cine.
  2. Si voy al fútbol, vuelvo pronto a casa.
  3. No vuelvo pronto a casa
(├) Luego: voy al cine o doy un paseo.
La estructura formal del argumento sería:
  1. ┐(  ┐p ^ ┐q)
  2.  p → r
  3.  ┐r
     __________
       q v s
La conclusión se alcanza con los siguientes pasos:
1. ┐(  ┐p ^ ┐q)
2. p → r
3. ┐r
4. p v q     ( DM 1)
5.  ┐p       ( MT 2,3)
6. q           (SD 4,5)
7. q v s     ( Ad 6)                           


Las falacias
 Son argumentos que parecen correctos pero en realidad son falsos. Son argumentos mal deducidos. Vamos a distinguir dos tipos de falacias las formales y las no formales. Las primeras contienen el error en la estructura o forma de la argumentación, las no formales no tienen el error en la argumentación.

Las falacias formales: distinguiremos dos: la afirmación del consecuente y la negación del antecedente.
La afirmación del consecuente:  Si corro se acelera el corazón.      p→ q
                                                    El corazón está acelerado.            q
                                                    Luego corro.                              ├ p
Éste es un error lógico. El corazón puede estar acelerado por cualquier otro motivo. La afirmación del consecuente no implica la afirmación del consecuente.

La negación del antecedente:    Si corro se acelera el corazón.            p→ q
                                                   No corro.                                            ┐p
                                                   Luego no se acelera el corazón.       ├ ┐q
Éste es un error lógico. El corazón se puede acelerar por diversos motivos y no sólo, necesariamente, por el hecho de correr. La negación del antecedente no implica la negación del consecuente.


Las principales falacias no formales son:
Falacia ad hominen: Consiste en criticar un argumento desprestigiando a la persona que lo defiende. Por ejemplo La filosofía de Nietzsche es errónea porque era un filósofo que termino loco.
Falacia ad populum: Consiste en halagar al oyente de la argumentación o moverle a la compasión, para que acepte la veracidad de un argumento sin tener en cuenta la fundamentación del mismo. Por ejemplo: Compre tal producto porque nunca le dejara sólo.
Falacia ad ignorantiam: Cosiste en afirmar una idea porque no se puede demostrar su contraria. Por ejemplo Existen los extraterrestres porque nadie ha podido demostrar que no existan.
Falacia ad baculum: Consiste en aceptar la validez de un argumento porque la persona que lo expone tiene autoridad, poder, prestigio... Por ejemplo Este es así porque tengo más experiencia que tú. 











8.-El problema de la verdad y los criterios de verdad.

Definición y teorías de la verdad:
No podemos definir conceptualmente el término verdad, la verdad es una construcción racional del hombre, que ha venido construyéndose por distintas teorías algunas de ellas, contradictorias; Por lo que definir lo que es la verdad, supone una visión particularizada de un sistema filosófico, por lo que podríamos decir que la verdad no es que no sea indefinible, sino lo que ocurre es que no se agota en una definición. Haciendo un repaso histórico, para los hebreos la verdad remite a algo que nos sirve de apoyo, como un asidero, firme, nos da fidelidad y afianzamiento. Para los griegos, se refiere a algo permanente de las cosas que hay que descubrir, desvelar. En la edad media, para los escolásticos, la verdad se refiere a la adecuación de la mente con la cosa, es decir, la idea que tengo de la cosa con lo que cosa es realmente ( es la noción de verdad que comúnmente utilizamos). En la modernidad para los empiristas, la verdad son verdades de hecho, es decir es verdad todo lo que observo por la experiencia. Y para Kant la verdad como ocurría con los escolásticos la verdad es la adecuación de la mente con la cosa, lo que ocurre es que la mente se conforma según unos principios del entendimiento, así la verdad será la verdad de nuestro conocimiento y no de la realidad exterior ( ya que nuestra mente sólo está capacitada para conocer lo que sus estructuras mentales le permiten).
Hasta ahora hemos visto intentos de definición de la verdad, lo que supone la existencia de la misma, pero hay quienes afirma que la verdad no existe, éstos son llamados escépticos y mantienen que la realidad es sólo apariencia y de lo aparente no se puede decir verdad alguna. Hay otra postura, próxima a la anterior, que aunque defendiendo que la verdad existe, acaba derivando en el escepticismo, es el relativismo. Esta postura defiende que no hay verdades absolutas, pues la verdad o falsedad dependen de las circunstancias en las que son reconocidas como tales.  

Teoría de la verdad como correspondencia:
La definición clásica es de Aristóteles y dice que la verdad es el ajuste del pensamiento con la realidad, de esta definición deriva la escolástica la adecuación del entendimiento con la cosa. Es decir; existe una correspondencia ( idéntica) entre lo que el sujeto percibe y lo que la realidad es. Así el error, únicamente se encuentra en el modo de juzgar del sujeto, por ejemplo cuando un daltónico se equivoca al confundir el color, no es su capacidad de percibir la que le ha equivocado, que es igual para todos, sino su juicio.
Para las teorías de la correspondencia, la verdad de una proposición consiste, no en sus relaciones con otras proposiciones sino en su relación con el mundo, con la realidad, son relaciones puramente convencionales (entre las palabras y las cosas).

Teoría pragmática de la verdad:
La verdad se relaciona con la investigación, con la labor científica. Así una proposición verdadera es aquella que sería objeto de acuerdo por parte de todos los que usan el método científico. Por lo que ningún método salvo el método científico, puede lograr, alcanzar y sustentar indefinidamente un consenso de opinión. Según James lo que ocurre es que nuestras mentes organizan y estructuran la realidad por medio de categorías y conceptos, estos esquemas estructuran el mundo con tales rasgos porque fue la manera más útil de organizarlo (por ejemplo el razonamiento inductivo). Es una revisión de la teoría de la verdad como correspondencia, pues viene a definir que la adecuación se da cuando las teorías o proposiciones funcionan, dan beneficios.

Teorías de la coherencia:
La verdad consiste en las relaciones de coherencia entre un conjunto de creencias. Esta teoría se aplica, sobre todo, en las ciencias formales, y suele llamarse consistencia. También en algunos casos se aplica a las ciencias empíricas, un enunciado empírico sería aceptado como científico si puede integrarse en el cuerpo vigente de conocimientos científicos. El criterio de verdad se reduce a la no contradicción.

Teoría de la redundancia:
Estos teóricos no afirman que el predicado “tal” – es verdadero – porque repite lo que ya ha sido dicho en la oración a la que se aplica. Decir que una proposición es verdadera equivale a aseverar la proposición misma. Cualquier cosa que pueda decirse con el predicado es verdad, puede decirse también sin él, por ello es redundante.       

Teoría perspectivista de la verdad:
La realidad puede ser considerada desde distintos puntos de vista, todos ellos justificables. Cada punto de vista ofrece una perspectiva única. Así la verdad es una pluralidad de perspectivas. Pero la verdad no se identificaría con la suma de todas las perspectivas, si pudiéramos unirlas. De lo que se trata es de una verdad creativa, activa, que admite puntos de vista contrarios, es la verdad de cada y para cada uno que no se agota en un juicio único desbordado por las circunstancias de la persona, sino que siempre es nuevo y vital.

Criterios de verdad:
La búsqueda de criterios de verdad está basada en la necesidad de garantizar la verdad. Además de tener un conocimiento verdadero hemos de asegurarnos que efectivamente es tal. Para ello nos basaremos es unos criterios que determinen el qué va a ser verdad y cómo.
Descartes propone como criterio de verdad la evidencia, lo evidente es lo que se nos muestra de una forma clara ( en la medida en la que percibimos claramente lo que se nos muestra, sin dudar de nada) y distinta ( en el sentido en que no se parece a ninguna otra cosa que nos pueda llevar a error), es decir, sería un objeto que diferenciamos claramente, como que en este momento tengo los apuntes en mis manos. La evidencia para Descartes es la primera regla de su método con el que pretende desarrollar un sistema de verdades en el que nada se dé por supuesto. La segunda regla es el análisis consiste en dividir los problemas en componentes más simples. La experiencia sensible nos ofrece compuestos y hay que analizarlos. La tercera regla es la síntesis, el paso de lo simple a lo complejo. Y la cuarta regla la enumeración, hacer balance del trabajo de investigación con el objetivo de evitar posibles equivocaciones.
El positivismo lógico propone como criterio de verdad la verificabilidad que consiste en que una hipótesis es verdadera si es verificada por contrastación empírica. Así la verdad de una hipótesis en un sistema deductivo se fundamenta desde abajo, cuando sus consecuencias lógicas han sido contrastadas con la experiencia.
Popper propone como criterio de verdad el falsacionismo, una hipótesis se considera verdadera cuando no ha sido refutada por los hechos. Es una crítica al positivismo que se centra en los siguientes aspectos: a) lo primero no es la observación sino la teoría; por ejemplo: Una mujer muere asesinada. Un policía positivista analizaría la escena del crimen recogería datos y a partir de ellos induciría las posibles conclusiones. Un policía popperiano, seguiría los pasos del anterior, pero antes de nada, se formularía una teoría previa de trabajo: “el asesino es el marido”, de esta forma, lo que observa cobra una mayor profundidad de análisis. b) la inducción no garantiza la verdad del conocimiento; por ejemplo: “Siempre que llueve me mojo”, esto lo verifico en numerosos casos en los que hay lluvia. Y esto lo puedo inducir por que tomo como correcto el principio de inducción. Ahora bien ¿no puede ocurrir que me haya mojado no por la lluvia sino porque una vecina ha tirado un cubo de agua por la ventana? Partiendo de la inducción, es imposible verificar la validez del principio de inducción. c) Como hemos dicho sustituye el principio de verificabilidad por el de falsabilidad dode una proposición posee significado científico cuando lo que afirma puede ser falsado empíricamente. Mientras esa teoría, que puede ser falsable, no lo sea, será una teoría válida.     

Vamos a estudiar la verdad en las distintas ciencias.
La verdad en las matemáticas:
Las matemáticas son unas ciencias que se sitúan por encima de todas las demás, la razón de esto, es que sus proposiciones son absolutamente ciertas, esto se debe, a que no tratan con la realidad, sino que sus construcciones son a priori, no dependen de la experiencia. La matemática utiliza el método axiomático, que consiste en aceptar sin prueba ciertas proposiciones como axiomas o postulados y en derivar de esos axiomas los distintos teoremas. Por lo que, lógicamente, hemos de adscribir a las matemáticas con la teoría de la verdad como coherencia.

La verdad en las ciencias empíricas:
Las ciencias empíricas tratan de describirnos el mundo real, en este sentido, parece que la noción de verdad más apropiada es la verdad como correspondencia, pues lo que ellas dicen que hay es lo que efectivamente tiene que existir. Ahora bien, la realidad se puede distinguir en diferentes ámbitos, por un lado, los seres inanimados objeto de estudio de las ciencias físicas y químicas, por otro el de los seres vivos que son estudiados por la biología y finalmente tenemos el ámbito que pertenece a los seres humanos que son estudiados por las ciencias sociales.
Las ciencias físicas:
Es una ciencia cuyos enunciados de observación son enunciados de medida, las leyes numéricas (matemáticas) nos dan la forma de las leyes físicas, con la diferencia que en éstas, se considera que los numerables representan propiedades numéricas de magnitudes físicas como la longitud, la carga, la masa, el peso, etc. Así el poder de la inferencia formal y del cálculo matemático queda a disposición de la física. Ese poder matemático lo aplica la física a tratar de explicar correctamente lo que sucede en la naturaleza, por ello, las leyes físicas están sometidas a la teoría de la verdad como correspondencia.

La biología y ciencias humanas:
En la biología y en las ciencias humanas los enunciados no adoptan forma numérica. Las explicaciones biológicas se apoyan en funciones que son con vistas fin, que a su vez, se relaciona con un fin más amplio, y así sucesivamente, explicación que sólo se obtiene ante el organismo completo, o que prosigue para estudiar sistemas vivos o sociedades de organismos ( el ¿por qué? de las explicaciones biológicas se convierte en un para qué). Aquí parece que ya no es posible una teoría de verdad que se ajuste al patrón de verdad como correspondencia con los hechos, pues los fines son algo que nos tenemos que imaginar, tampoco parece aplicable a la teoría de verdad como coherencia, pues la verdad como coherencia, parece exclusivo de las ciencias formales, nos quedaría por tanto la teoría  pragmática de verdad. En cuanto a las ciencias sociales, hay que comenzar destacando una diferencia fundamental con las ciencias de la naturaleza éstas se basan fundamentalmente en el método hipotético deductivo, según el cual explicar un hecho consiste en deducirlo de una argumentación compuesta por leyes. Las ciencias sociales no pueden atenerse a ese modelo de explicación y predicción, ya que las regularidades que se observan, son por naturaleza de la materia que tratan, difícilmente predecibles. Por lo que a las ciencias sociales se les encomienda la función de aplicar valoraciones. De ese modo si pudiésemos aplicar alguna teoría de verdad, la que más encajaría, sería la perspectivista.















9.- El lenguaje y el conocimiento filosófico.  


El lenguaje:
El lenguaje es un conjunto de determinado número de signos. El signo es aquello que representa a otra cosa, y podemos distinguir claramente tres tipos de signos:
1.- Una señal de tráfico que representa ganado suelto, guarda cierta relación formal y visual con aquello que representa; a este tipo de signo lo denominaremos icono.
2.- el humo es un indicio. Entre indicio y lo que representa hay una cierta relación causal, si hay humo, habrá fuego; por lo dicho lo denominaremos indicio.
3.- Un semáforo en rojo es un símbolo. El símbolo es un signo convencional que no guarda relación formal ni causal con aquello que representa. El semáforo en rojo me obliga a parar. Pero no hay nada en el color rojo que me diga que me pare, lo hago por que es algo que se ha convenido socialmente, semáforo rojo significa que me pare.

Definido así el lenguaje, no podríamos decir que los animales no lo tengan. Si esto es así deberíamos indagar en qué se encuentra la diferencia, si es cuantitativa o cualitativa, es decir, si el lenguaje humano se diferencia del animal por su riqueza, la cantidad de palabras que posee, o si su diferencia se debe a algo específico de los humanos que no poseen los animales, los conceptos. Antiguamente se mantenía que la diferencia era cualitativa, últimamente están apareciendo investigaciones que no confirman que los animales superiores posean conceptos, pero son capaces de aprenderlos y desarrollarlos, no al nivel humano lógicamente, pero para responder a esta pregunta hemos de ser prudentes y ahondar en el tema.
“ Perro, clase, cuadrado” son conceptos, gracias a estos seleccionamos las características que son comunes a una pluralidad de objetos prescindiendo de lo que les hace particulares. Así el concepto perro recoge todas las características comunes a los perros dejando fuera su color, su tamaño o su fidelidad. Al referirnos a los conceptos debemos distinguir por una parte las características comunes a una pluralidad de individuos y por otra parte, la pluralidad de individuos que tienen en común tales características. Las características comunes que recoge el concepto se denomina intensión o comprensión del concepto y el conjunto de individuos que poseen tales características se denomina extensión o referencia del concepto. Así por ejemplo el símbolo químico del agua no ha existido hasta que apareció la química moderna, lo que no significa que antes no hubiese un elemento con las mismas propiedades del agua, pero no tenía referencia, aunque todos sabían lo que era el agua, comprensión.
El pensamiento humano se caracteriza por la utilización de conceptos y una de sus grandes ventajas es que nos permite realizar mentalmente operaciones que no podrían ser realizadas ni física, ni directamente sobre los objetos mismos.
El concepto es la representación mental de una cosa y la palabra su expresión fonética o escrita. Toda palabra consta de significante y significado; el significante es lo que se percibe, el sonido que escucho cuando alguien dice perro, o la mancha en el papel que leo como perro. Y el significado es la realidad referida por ese significante ese mamífero de cuatro patas, etc. El significado sería la comprensión y los perros propiamente dichos, la realidad de los perros sería la referencia.
Hemos hablado del lenguaje, es un conjunto de signos que por medio de la gramática ( conjunto de reglas para la correcta combinación de signos), nos permite la creación de mensajes que debidamente estructurados son portadores de información. Por lo que una de las funciones principales será la comunicación y para que se pueda dar la comunicación es necesario que se den los siguientes factores: un emisor que actúe como fuente de información, esa información que elabora el emisor codificando la información se denomina mensaje, que es lo que se quiere trasmitir. La comunicación nunca es directa por lo que el mensaje ha de ser cifrado, este cifrado recibe el nombre de codificación porque el emisor debe elegir el código más adecuado. El canal es el medio utilizado para mandar el mensaje. Y el receptor es el destinatario del mensaje.
La ciencia que estudia los signos se denomina semiótica, y en relación con su contexto la semiótica se puede dividir en la sintaxis, que estudia la relación que deben tener los signos entre sí con independencia de su significado y la semántica que estudia la relación de los signos con la realidad a la que se refieren, es decir, su significado.
El contexto determina el significado de muchos de los mensajes, que apartados de la situación en que se han expresado, pueden dejar de tener sentido o bien pueden significar varias cosas distintas. Necesitamos del contexto para aclarar el mensaje, para darle el sentido correcto, la parte de la semiótica que tiene por objeto el estudio de los signos según su contexto se llama pragmática. Por ejemplo si digo “aquí está la Mancha” puedo referirme a un lugar en el mapa, o a la camisa que llevo. Así la semiótica se clasifica en sintaxis, semántica y pragmática.

Relaciones pensamiento lenguaje:
¿Tengo la facultad de pensar y por eso soy capaz de lenguaje? O más bien, ¿es gracias a la capacidad de hablar por lo que los humanos desarrollamos la inteligencia?, los límites del conocimiento ¿vienen dados por los límites del lenguaje?
La actividad de nombrar puede considerarse como la peculiaridad humana para hacer explícito un proceso bastante universal entre los animales superiores: la organización de los datos sensoriales. Lo que supone una categorización de los estímulos o una etiquetación de la realidad. Esto parece dar prioridad al pensamiento sobre el lenguaje. Pero por otro lado, como decía Rousseau, “hay que enunciar proposiciones para tener ideas generales” apreciación aparentemente confirmada por el aprendizaje escolar.
Principales alternativas teóricas:
a)     El pensamiento depende del lenguaje: el lenguaje es el determinante del pensamiento socialmente configurado. Por ejemplo, el lenguaje hopi tiene una cantidad mucho mayor de verbos que de nombres, a diferencia de los lenguajes europeos y esto se traduce, por ejemplo en una diferente concepción del tiempo y del movimiento.
b)     El lenguaje es idéntico al pensamiento: Los representantes de esta teoría consideran que ésta es la prueba por la que los animales carecen de pensamiento. Según éstos, una de las evidencias, es que no hay pensamiento que no venga explicitado por el lenguaje. El pensamiento es palabra y la palabra el único pensamiento, de tal manera que no puede suponerse gratuitamente la existencia independiente de pensamiento puro. Es la estructura del lenguaje la que determina la estructura de la realidad y cada lengua analiza de una manera peculiar la realidad concreta a la que se enfrenta para ordenarla y encajarla según su propia estructura.
c)      El lenguaje depende del pensamiento: Según Piaget el lenguaje pasa por unas fases de maduración que son precedidas sistemáticamente por niveles superiores de comprensión. Esto implica, una epistemología genética, es decir, que el lenguaje del niño es fundamentalmente expresión de estados interiores y poco a poco con el tiempo va evolucionando. Aristóteles pensaba que el lenguaje no es más que un signo convencional con el que nos referimos a las cosas. Los conceptos se obtienen mediante abstracción, pero las palabras no guardan ninguna relación de semejanza con los conceptos, por lo que no pueden ser considerados con ninguna importancia en el proceso cognoscitivo.









10.- Filogénesis, antropogénesis, y sociogénesis.    

Introducción:
Uno de pos productos más característicos del ser humano del ser humano es la producción de cultura. Por cultura vamos a entender aquella información transmitida entre los miembros de una misma especie por aprendizaje social, es decir, por imitación, por educación o por asimilación. Pero la cultura no es específica del ser humano. El Homo Habilis era capaz de producir herramientas, hay muchas especies de animales que son capaces de fabricar herramientas, pero no sólo esto, también la noción de aprendizaje social se descubre en algunos animales, aunque evidentemente, debido al lenguaje la cultura ha podido desarrollarse extraordinariamente en el ser humano. Hemos enmarcado el término de cultura, a continuación vamos a hacer lo mismo con el de naturaleza. Etimológicamente, tanto el griego physis, como del latín natura, el término se refiere a nacimiento o producción de las cosas. Aristóteles presentó la primera definición formal de naturaleza, como “la sustancia que posee en sí misma el principio de movimiento” distinguiendo de esta manera todo lo producido por la tékhne, todo lo producido por la técnica, o con otras palabras lo artificial.
Así naturaleza y cultura aparecen como términos que se contraponen, especialmente a partir de la definición de la cultura como herencia no biológica. En esta concepción, se enfatiza que los animales en general y el ser humano en particular , tienen dos vías de obtención de información necesaria para su supervivencia: el genoma ( herencia biológica) y la cultura ( herencia no biológica, fruto del aprendizaje social). Pero esta contraposición se relativiza, pues, por ejemplo, la transmisión de información por aprendizaje social presupone órganos naturales (el cerebro).
       
La antropogénesis.
La Tierra se formó hace cuatro mil seiscientos cincuenta millones de años, como resultado de la condensación de gases y partículas que giraban alrededor del sol. El origen de la vida apareció hace unos tres mil quinientos millones de años, con las primeras bacterias. Los primeros organismos eucariotas ( cuyas células tienen un núcleo) y algunos organismos acuáticos multicelulares surgen hace mil quinientos millos de años. Las plantas y los vertebrados hace quinientos millones de años. Los primeros mamíferos hace dos cientos millones de años. Los australopitecinos hace cinco millones de años y la especie homo sapiens hace trescientos mil años.
La evolución humana.
Ésta comienza con los australopitecinos, que eran bípedos, su aparición data de hace unos cinco millones de años y su extinción hace un millón y medio de años. Entre los australopitecinos y entre tres o cuatro millones de años evoluciona tres ramas diferentes: el australopithecus afarensis, el robustus y el boisiei, todos estos tenían una capacidad craneal de entre cuatrocientos y quinientos centímetros cúbicos. Los dos últimos australopithecus nombrados se extinguieron y a partir del afarensis surgió el africanus, que a su vez, evolucionó, como hace un millón y medio de años en el homo habilis con una capacidad craneal de setecientos cincuenta centímetros cúbicos, y es el primero que incorpora la carne en su dieta. Lo que supone que hubo una época en la que coexistían, al mismo tiempo, cuatro especies, el homo habilis, Y los australopithecus africanus, robustus y boisei, aunque parece ser que no todos vivían simpáticamente. Parece ser que el homo erectus, siguente en la evolución, surge a partir del homo hábilis, tenía una capacidad craneal de novecientos centímetros cúbicos y el primero encontrado data también de hace un millón y medio de años. A partir del homo erectus surge el homo sapiens hace unos doscientos mil años, Hace aparición el hombre de neanderthal que vive desde los últimos cien mil años hasta los treinta y cinco mil, tenían una capacidad craneal de mil quinientos centímetros cúbicos. Y hace unos noventa mil años surge nuestra especie el homo sapiens sapiens con una capacidad craneal de mil trescientos centímetros cúbicos.
Vamos a tratar de dar cuenta de las condiciones que favorecen la evolución:
La evolución está caracterizada por varias tendencias, como son el aumento del tamaño del cerebro, la reducción del tamaño de los dientes y mandíbulas y la posición bípeda. Y las circunstancias que favorecieron estos cambios son de dos clases: los factores ambientales, principalmente el clima, hacía más frío, era necesario buscar refugio y almacenar comida, los que se dieran cuenta de esto tenían ventaja sobre otros. Por otro lado la evolución gradual del modo de vida, la incorporación de la carne en la dieta, la caza de animales grandes que requería un aumneto de la inteligencia que posibilitara mejores armas y organización de las cacerias en grupo, además el desarrollo de la habilidad de comunicarse.   
          
La especificidad del ser humano.
La bipedestación:
Es el cambio que resume todos los demás, la postura bípeda es algo que acontece no solamente como una forma accidental sino que hay una reorganización total del organismo. El peso del cuerpo antes repartido sobre la cuatro patas ahora recae sobre dos y supone la liberación de las manos para otras funciones como la prensil, hay ciertas modificaciones e el cráneo que engarza con la columna vertebral por lo que no cuesta mantener la cabeza erguida. Lógicamente andar supone un aprendizaje, esto supone que la bipedestación trajo consigo un cambio en las relaciones sociales. Además la postura bípeda exige una constante atención del sistema nervioso para que el equilibrio se mantenga, lo que exige una mayor coordinación del sistema nervioso.

Reorganización del sistema nervioso:
La reorganización del sistema nervioso lo que ocurrió antes que el incremento de la capacidad craneal y fue cusa de la misma. Un factor de importantísima influencia en el aumento de la capacidad craneal es la aparición de la cultura, la aparición de ésta es anterior al aumento de la capacidad craneal, pero, aún más, la cultura fue la causa del aumento de la capacidad craneal. La reorganización del sistema nervioso consiste en el crecimiento de los lóbulos frontales en detrimento del lóbulo occipital. Este desarrollo permite que se perfeccionen las neuronas que van a ser más ramificadas y con más conexiones, lo que permite al organismo realizar más funciones.



“Nacimiento prematuro”:
 En relación con el desarrollo de otras especies animales el hombre padece una evolución muy lenta en varios sentidos: el bebe cuando nace está todavía en estado fetal y su desarrollo es muy lento, pero este nacimiento está relacionado con algunas de sus características biológicas, ya que si el hombre naciera con la pelvis o el cráneo más desarrollados, no podría salir por la pelvis de su madre. Además de implicar, ese nacimiento prematuro una vida social bastante compleja, sin la cual el recién nacido no podría subsistir.

Proceso de herramentación:
Éste ha sido considerado por muchos antropólogos como el punto crítico, marca el límite entre la capacidad humana y la animal ( aunque hay algunos que consideran que esto es falso). El chimpancé cuando hace una herramienta no utiliza otras herramientas para hacerla, se sirve de sus miembros. Además de esto los animales no tienen la capacidad de acumular herramientas, no las guardan.

La vida social:
Cuando los sociólogos hablan de sociedad afirman que para que haya sociedad ha de haber un conjunto de pautas de conducta, algún sistema cooperativo, de división de roles y de control social. El sexo es la base sobre la que se organiza la sociedad. En los grupos humanos se manipula la relación sexual, se hace una socialización de los tabúes. Otro aspecto de la sociedad humana es la conciencia social. La sociedad humana es la única en la que se puede hablar de conciencia social, ésta sólo se puede dar en un contexto de representación en el cual nosotros observemos la experiencia del otro y a partir de esa experiencia tomamos conciencia de lo que nosotros somos.

Aparición del pensamiento simbólico ( el lenguaje).
El pensamiento simbólico y la adquisición del lenguaje articulado se ha considerado por muchos antropólogos como rango distintivo del género humano. Pero más que el lenguaje lo que diferencia al hombre del resto de los homínido es la significación. Lo que se adhiere a la significación es la posibilidad de sustituir la realidad por un significante de la realidad. Todo conocimiento empieza por una captación de los estímulos sensibles por medio de los sentidos que son la base sobre la que se configura la percepción del objeto. Lo que hacemos después de percibir es conceptualizar las imágenes percibidas, las conceptualizamos por medio de la abstracción. En la medida en que la formación de los conceptos son un imagen abstracta, lo que estamos haciendo es una generalización del concepto, estamos clasificando la realidad.
El proceso de conocimiento consiste en que nosotros cogemos un objeto, de ese objeto cogemos unas determinadas características y lo utilizamos para simbolizar algo totalmente distinto. Los animales, en cambio, no pasan del proceso sensible de esa imagen, esa imagen la atribuyen a una realidad, pero los animales ni clasifican ni simbolizan.













11.-La evolución.       

El problema de la formación de las especies:

El fijismo de Linneo:
Con Linneo se imponía una concepción fijista que veía en cada una de las especies un forma fija. Aunque el fijismo no podía evitar algunas dificultades reales, pues dentro de la misma especie se encontraban se encontraban pequeñas variaciones. Linneo atribuía las diferencias reales a la sabiduría del todopoderoso, pero la naturaleza por ella misma al producir diferencias accesorias en algunas especies, éstas no eran más que monstruosidades que estaban destinadas a desaparecer, mientras que las especies originales duran eternamente.

El transformismo de Buffon:
 Buffon considera la acción modificadora del medio, representado principalmente por el clima, que altera la forma exterior, el alimento, que afecta que afecta a la forma interior, y la domesticación, por último, para aquellas especies animales que el hombre ha reducido a cautividad. Además cree que hay algunos géneros y especies propios del nuevo mundo que tienen con otras especies del viejo relaciones lejanas que parecen indicar que hay algo en común en su formación. Buffon tomó en consideración la hipótesis del transformismo generalizado, es decir, pensaba que todos los animales derivaban de un solo antepasado. Buffon entiende a la naturaleza como un sistema de leyes en el que Dios ya está ausente.

Erasmun Darwin:
El abuelo de Charles Darwin, consideraba que la vida orgánica provenía de un filamento orgánico primordial al que la gran causa primera dio la facultad de adquirir partes e inclinaciones nuevas y de continuar su perfeccionamiento por su propia actividad inherente y trasmitir esos perfeccionamientos de generación en generación por los siglos de los siglos.

El lamarckismo:
Según Lamarck los seres vivos poseen una tendencia a desarrollarse y a multiplicar sus órganos y sus formas, dando lugar a que estos sean cada vez más perfectos. Según su teoría todas las especies proceden de otras menos desarrolladas y más imperfectas. Lamarck es una de los primeros defensores del evolucionismo, aunque lo hace desde una postura deista, es decir, para él toda la naturaleza está regulada por unas leyes establecidas por el creador; las especies animales se desarrollan una a partir de la otr, de las más simples a las más complejas. De este modo, concibe la evolución de los órganos animales como una reacción y adaptación de los individuos al ambiente. Contra el fijismo decía que si las especies se mantuviesen estáticas desde siempre, no podrían haber sobrevivido a los cambios medioambientales.  Así para Lamarck, la extinción no tenía lugar en su sistema teórico, las especies que aparentemente sean extinguido, lo que han hecho es modificarse hasta convertirse en las especies actuales. Lamarck nunca sostuvo que las variaciones en los organismos se dieran por la influencia directa del medio ambiente. Él no consideró la idea de que el medio ambiente actúe directamente sobre el organismo, sino que hace al organismo modificarse por sí mismo para adaptarse al medio. Es decir, son los hábitos los que explican que el viviente cambie para adaptarse a las nuevas situaciones en las que se encuentra, de acuerdo con la ley de uso y desuso. Las variaciones individuales son hereditarias por sus descendientes. En este sentido, la evolución, para este científico posee una carácter finalista, es decir, según él, en el proceso evolutivo van surgiendo cada vez más especies mejor dotadas, más perfectas.
Críticos de Lamarck:
Uno de los críticos más importantes ha sido Cuvier, defendió el creaccionismo como origen de las especies y, en consecuencia, el fijismo de éstas. Cuvier sostuvo que ha habido una sucesión de faunas independientes entre sí en el transcurso de los tiempos geológicos. Dichas faunas fueron distintas de las actuales y sus restos guardan relación con determinados grupos de estratos, no existiendo transiciones o formas intermedias entre unos y otros. Para explicar tales hechos postuló su teoría de las catástrofes, según la cual sucesivos cataclismos geológicos habrían ocasionado la extinción de la mayoría de las especies contemporáneas, siendo sustituidas por otro conjunto de especies más avanzadas.

El darwinismo:
Darwin viajó a algunas islas del pacífico y a las costa de América del sur haciendo gran cantidad de observaciones y recogiendo datos, a la vuelta de ese viaje, mientras intentaba poner en orden sus datos leyó la obra de Malthus “Primer ensayo sobre la población”, en el cual se advierte que la población humana tiende a aumentar más deprisa, en progresión geométrica, que los recursos necesarios para la subsistencia que en el mejor de los casos, lo hace en progresión aritmética. Como consecuencia de ello Malthus supone que habrá una lucha por la existencia y esta lucha será a muerte. ¿Quiénes sobrevivirán a esa lucha encarnizada, o qué cualidades tendrán los que sobrevivan a esa lucha? Será Herbert Spencer quien responda esta pregunta, “sobrevivirán los selectos de su generación, los más aptos”, de este modo la especie humana progresa y Darwin aplicó este razonamiento a las especies animales para explicar su origen y diferenciación. De este modo nacía el origen de las especies y con ella, la teoría evolucionista. Lo que Darwin extrajo de la lectura de Malthus fue que la lucha por la existencia en el mundo orgánico, dentro de un ambiente cambiante, engendra alteraciones orgánicas, en el curso de las cuales, sobreviven los más aptos, los cuales trasmiten a sus descendientes esas características más favorables. En esto consiste la selección natural. Sin embargo estas ideas no fueron sólo gestadas por Darwin. Wallace publicó también por medio de un artículo la teoría de la selección natural.
Como crítica a la obra de Darwin hay que decir que en su libro titulado “El origen de las especies” no resuelve el problema del origen de las especies, estas se presuponen que ya están y a partir de este punto se investiga. Pero no sólo esto sino que tampoco resolvió el problema del origen de la forma actual de las especies, pues la solución que propone es la lucha por la vida a partir de variaciones espontáneas que favorecen la supervivencia de ciertos individuos, y gracias a la transmisión hereditaria de esos caracteres favorables, la formación progresiva de una nueva especie. Si es así, se ha objetado, que son las variaciones individuales espontáneas las verdaderas artífices del origen de las especies, y son ellas, más que la lucha por la vida o supervivencia del más apto.
Darwin deja claro que la selección natural no impone necesariamente un progresivo perfeccionamiento en los seres vivientes.
El mutacionismo:
Uno de los grandes problemas del darwinismo es que es incapaz de explicar como se transmiten los caracteres adquiridos de una generación a otra. Fue G.H. Mendel quien finalmente logró dar con una explicación de la transmisión hereditaria. Mendel tras una larga serie de experimentos con guisantes, formuló las leyes de la herencia: el principio de dominancia, el principio de segregación y el principio de recombinación. Ahora bien las leyes de la herencia sólo nos dicen como se trasmiten los caracteres desde los padres hasta los descendientes; pero no nos dice como cambian. Para explicar el cambio de estos caracteres, es necesario un concepto nuevo, este será el concepto de mutación. Por mutación se entiende cualquier cambio en el material genético, heredable y detectable, no atribuible a segregación o recombinación. El concepto de mutación tal y como lo entendemos hoy se lo debemos al holandés Hugo de Vries, que sustituyó la noción de variación continua darviniana por la de variación discontinua o mutación.

                






12.- Reflexión filosófica sobre el ser humano:

Introducción:
En cuanto a la investigación del ser humano hay que situarle al mismo tiempo como sujeto y objeto de estudio. La reflexión filosófica sobre el ser humano la trata la antropología que se interesa tanto por el ser humano como por sus obras, cultura, lenguaje, arte, etc.
Vamos a tratar de delimitar la cultura, que como ya hemos estudiado tiene una base biológica. En el proceso evolutivo que dio lugar a la cultura se produjo un cambio adaptativo importante que consistió en una especialización orgánica. Las especies sobreviven debido a la especialización biológica, cambian su organismo en función del medio en el que viven. La forma cultural de adaptación surge de la necesidad de adaptar al hombre al medio. Una forma de adaptación es transformar el medio así no es necesario estar adaptado al medio. La adaptación humana es una adaptación cultural.

Lo específico del ser humano.
A través del conocimiento, de las leyes naturales, damos cuenta de los fenómenos y los hechos de la naturaleza, pero si actuamos así en las ciencias humanas, estamos negando la autoconciencia, la racionalidad y la libertad humana. Es imposible hacer una ley sobre el ser humano, porque se regiría por esa ley y no sería libre. El hombre es irrepetible. La nota que diferencia el conocimiento científico del que no lo es, es que el conocimiento no científico relaciona fenómenos entre sí, mientras que el conocimiento científico relaciona el fenómeno con principios teóricos.
Al contrario de lo que venimos diciendo la antropología es predictiva, de cierto modo. Ya sabemos que al predecir se pone en entredicho la libertad individual, porque se es capaz de predecir la conducta. La ciencia es predictiva, pero el comportamiento humano parece ser impredecible, consecuentemente, no se pueden hacer predicciones sobre el sujeto humano. Pero esta forma de ver las cosas es muy discutible. En realidad, la libertad, no es tanta como se cree. La gente obra de forma predecible, ya que mucha de nuestra supuesta libertad es una adptación a convenciones sociales. Esto está en la base de la interacción humana. Cuando interactuamos hay una predicción que nos permite saber y esperar el comportamiento del otro. La gente en una comunidad obra de forma estereotipada. Cada uno tiene un rol y cada uno espera que el otro actúe según ese rol.
Unos de los antropólogos más famosos, Arnold Gehelen,  insiste en la idea del ser humano como uno de los seres en relación con los animales por su  poca especialidad, por su carencia, el ser humano caracterizado biológicamente como no especializado. Con una larga infancia que le hace dependiente de los adultos. Esta caracterización del hombre como ser carencial es la que determina tanto su capacidad de aprendizaje como su capacidad de transformación de la naturaleza.

Actitudes que dificultan el estudio de las culturas:
La actitud de los antropólogos según la cual las costumbres de una sociedad deben ser descritas de forma objetiva, y deben ser vistas en el contexto de los problemas y las posibilidades de una sociedad se denomina relativismo cultural. Debido a que esta actitud favorece la empatía y la comprensión, se la considera humanista; dado que requiere una observación imparcial e implica intentos de verificar las posibles explicaciones de una costumbre humana, la actitud del relativismo cultural también es científica. El relativismo cultural se encuentra con dificultades que son fruto de dos actitudes bastante comunes, la primera es una tendencia a evaluar las cosas de forma negativa, que resulta del etnocentrismo; la segunda es una tendencia a evaluar las cosas de forma positiva que muchas veces se expresa como la añoranza ingenua de la forma de vida sencilla del “buen salvaje”.
El etnocentrismo: Las personas cuyo horizonte está limitado por sus propias necesidades y deseos, por lo general, no tienen mucha facilidad para el trato con otras personas. Se dice que estos individuos son egocéntricos. Una persona que juzga otra cultura partiendo exclusivamente de la suya propia es etnocéntrica. Por ejemplo, un occidental etnocéntrico pensaría que las ceremonias de iniciación de los adolescentes de algunas culturas son una barbaridad.
El “Buen salvaje”: Cada vez que nos cansamos de la complejidad de la civilización, probablemente añoremos una forma de vida que esté más cerca de la naturaleza, o que sea más simple que la que llevamos. Por ejemplo un joven americano cuyos padres necesitan tener dos o tres trabajos para poder asegurar el sustento de su familia, puede sentirse atraído en algún momento por la forma de vida de los Kung del desierto de Kalhari en los años cincuenta. Los Kung compartían sus alimentos, y como consecuencia muchas veces podían dedicarse a actividades de ocio durante gran parte del día. Obtenían todos sus alimentos mediante la caza de animales y la recolección de plantas. Lo que se quiere decir no es que no se deban comparar las diferentes culturas, pero sí que no se debe idealizar ninguna de ellas. La mayoría de las costumbres de otras sociedades son, o eran, apropiadas para su entorno físico y social, igual que la mayoría de nuestras costumbres son, o eran, apropiadas para nuestro medio. El relativismo cultural defiende que hay que ver todas las culturas de forma objetiva y no de forma etnocéntrica o idealizada.   










13.- El ser humano a la luz de laPsicología.


Introducción:
Para llevar a cabo el estudio del ser humano desde la psicología es necesario atender al cerebro humano, lugar donde se configura lo que hemos sido, somos y seremos. El estudio del cerebro humano sigue siendo un misterio para la ciencia, aunque gracias a las nuevas tecnologías que permiten análisis cada vez más eficaces y a la labor interdisciplinaria que se está llevando a cabo.


EL CEREBRO: ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN FUNCIONAL

El cerebro se desarrolla bajo determinaciones tanto genéticas como del medio, ambas determinaciones no son independientes la una de la otra sino que interactúan, y sin olvidar el axioma de que la naturaleza no se repite, es imposible el que se den dos cerebros idénticos, incluso en gemelos univitelinos, lo que parece suponer que a diferencias fisiológicas diferencias psicológicas, la influencia ambiental es decisiva, pero no en todas las etapas por igual sino que hay unas etapas más susceptibles a la plasticidad que otras.  Aportando datos también a esta teoría se encuentra el estudio de las lesiones que impide la adquisición de tal o cual aprendizaje y sino la adquisición, la competencia. Problemas como las afasias o las agnosias incluso el aprendizaje provoca cambios físicos en las estructuras sinápticas, por tanto en las neuronas.

CEREBRO, MENTE Y CONCIENCIA


Desde el punto de vista filosófico se han dado dos respuestas; las monistas y las dualistas al problema mente-cerebro.  La teoría causal de la mente defiende que la mente es  causa de la conducta, en este supuesto se asientan dos teorías, una marcadamente materialista que sostiene la identidad mente-cerebro y la del funcionalismo psicológico que marca la diferencia ya que sostiene que procesos mentales no es lo mismo que procesos cerebrales ( teoría defendida por los que defienden la inteligencia artificial).  Los primeros se mantienen en tesis monistas, los segundos dualistas, aunque también tenemos teorías intermedias como la de  Searle y el emergentismo donde los fenómenos mentales derivan del cerebro pero no se identifican con él, sino que emergen de él.
Lo más prudente, normalmente, parece ser, hacer un recorrido histórico por nuestra conciencia, alma, mente, ..., no son términos sinónimos pero sí se han referido a mismos ámbitos, para de este modo valorar las conclusiones con mayor grado de conocimiento. Históricamente suponemos que ya existía un cierto dualismo entre cerebro y mente, entendemos que eran sustancias diferentes por los ritos de enterramiento, no tenemos garantías de ello, pero parece la opción teórica más plausible.  Ya en la religión pitagórica y la creencia en las reencarnaciones donde el alma va reanimando distintos cuerpos según el comportamiento que haya tenido en vidas anteriores.  Para  Sócrates y  Platón era fundamental en sus teorías la inmortalidad del alma.  Frente a éstos tenemos a monistas materialistas, que consideraban que la materia no necesitaba de nada, de ninguna fuerza o impulso para moverse, ejemplo de ello son los  milesios, los atomistas y los epicúreos.  Con  Aristóteles nos encontramos con un cambio fundamental, el alma pasa a ser la forma del cuerpo, por lo que el alma no puede existir separada del cuerpo.  Dentro de una de las posiciones que podríamos considerar como dualismo o monismo, existen varias “versiones”.  Por ejemplo dentro del dualismo tenemos el espiritualista como en el caso de  Platón o el epifenomenalista que considera a la mente como un fenómeno en relación de dependencia con el cuerpo. Y en el caso del monismo tenemos que no todos son materialistas, como  Berkeley que es inmaterialista.  Con el triunfo de la revolución científica se rechazó la concepción aristotélica para ir pasando a un materialismo, materia que actuaba en función de las fuerzas que le incidían, pero dada la existencia de fenómenos tales como el de la voluntad, los sentimientos, los razonamientos, se hizo necesaria la teoría cartesiana. Con  Descartes el dualismo parece llegar a su cenit, declarando tres tipos de sustancias: la infinita que se identificaba con  DIOS, la res cogitans y la res extensa, en el ser humano es donde se da este dualismo de las dos “res” , los cuerpos son máquinas, la existencia de la mente se averigua por el lenguaje, y como piensa que los animales no poseen lenguaje se reducen a meras máquinas.  En el sujeto hay procesos en los que colaboran el cuerpo y la mente, como los de sensación, lo que hace que sea necesario un “punto en común” entre ambas “res” lo que llamara glándula pineal y se queda aquí, no explica como es la interacción de algo material con algo inmaterial, o como es posible que ese inmaterial esté en un lugar e interactúe con lo material.  Como esta explicación resultó insuficiente, al paso salieron teorías como la del ocasionalismo que sitúa a  DIOS como causa intermediaria entre mente y cuerpo, la armonía preestablecida o desde el punto de vista del monismo identificar ambas sustancias y considerarlas como atributos de una única sustancia, como es el caso de  Spinoza o  Hobbes que situó el monismo desde la perspectiva materialista.  Como la relación, desde el dualismo, de las dos sustancias parece inexplicable y las alternativas de  Malebranche o de  Leibniz son insuficientes nos enfrentamos a la disyuntiva con  un materialismo mecanicista, para resolver el problema cartesiano, donde el pensamiento es una función del cuerpo, defendido por  La  Mettrie, más tarde por: Marx, Darwin y también aunque no mecanicistas,  Fichte,  Hegel y  Bergson. 
Con el estudio de la  psicología, tenemos la corriente conductista, deudora del lenguaje ordinario, el cual, desde el segundo  Wittgenstein, no es una representación de la realidad sino un producto de la sociedad, de este modo todo es comprensible desde los usos y los contextos a los que pertenecen las palabras,  “desde el ambiente”, el significado es el uso, es decir, lo que da sentido a las palabras es el contexto en el que se dan.  El conductismo hace de la conducta el objeto de la ciencia y no hay más conducta que la que se da en un contexto como experiencia externa, para de este modo negar los estados mentales internos, el reduccionismo conductista desechaba lo mental por un monismo materialista,  G.  Ryle es uno de los defensores, e identifica el dualismo con un error categorial, el hablar de la mente como algo separado,  “el fantasma de la máquina” da vigor a la creencia de una mente o un espíritu que vive encerrado en nuestro cuerpo, para superar el dualismo propone la teoría aristotélica como el alma forma del cuerpo y tratar todo lo mental como una conducta observable, lo mental pasa a ser una propiedad del cuerpo.  Pero poco a poco el conductismo fue barrido, la postura de  Ryle se sintió atacada por la obra de  Quine “Los tres dogmas del empirismo”, por la  Gestalt, por la teoría de Piaget y la escuela de  Ginebra, también por  Vygotski y sus seguidores..., y en general por la psicología cognitiva que aún manteniendo un monismo más o menos generalizado, hablan también de fenómenos mentales lo que opusieron al conductismo, ya que estos fenómenos no se corresponden con ciertas conductas y ciertas conductas no parecen corresponderse tampoco con ciertos fenómenos, no sólo quedó el conductismo en entredicho sino los materialistas fisicalistas desde ámbitos como el de la neurociencia, teorías como la de  Feyerabend y  Rorty, éste mantiene que los estados mentales se reducían a estados neuronales de esta forma se acaba con todo estado intermediario entre mente y mundo, así también soluciona el problema del conocimiento.  Y en contra de este reduccionismo surgió la teoría causal de la que hablamos al principio con sus dos vertientes; el materialismo representado por  Amrstrong, para éste lo percibido no es un dato sensorial pues el mundo físico contiene propiedades y relaciones, y los dualistas, aunque es un dualismo entre comillas pues vienen a decir que cada estado mental se corresponde con un estado neural que es idéntico a un estado cerebral, pero en un mismo estado mental puede proceder de distintos estados cerebrales, por tanto existe una cierta irreductibilidad de lo mental a los procesos neuronales, esta teoría viene representada de forma peculiar por Fodor, por  Putnam  y Davidson, estos critican todo dualismo sujeto-objeto o mente-mundo, pasando la mente a formar parte del mundo y de esta forma una relación directa entre el mundo y la mente en un contexto pragmático. Aplicando el condicionamiento operante de  Skinner: los hechos provocan una reacción causal, relación directa, de esta forma se elimina todo lo intermediario. Putnam viene a decir que el mundo es  un material que se convierte en la base de nuestro lenguaje, con el nos referimos al mundo, la descripción del mundo la hacemos por medio de nuestro lenguaje por lo que el mundo pertenece a éste y de esta forma a nuestro “mundo interior”,  la teoría del funcionalismo psicológico representada por Jerry  Fodor considera que los estados mentales son de índole computacional y operan sobre representaciones mentales y así la mente es al cerebro como el software al hardware. La teoría de  Searle se opone radicalmente a considerar que las máquinas piensen  ya que lo mental, para éste, depende de estructuras neurobiológicas,  ( en cambio, para  Fodor, como decíamos, la mente es función y por tanto independiente de donde se realiza),  para Searle  las máquinas sólo son capaces de manipular signos sintácticamente, pero no tienen posibilidad de interpretarlo ya que este hecho sólo está al alcance del cerebro, por lo que entiende que ciertas propiedades que tiene lo mental no pueden reducirse a actividades físicas de las que son causadas,  la diferencia fundamental para que el sujeto pueda pensar y el ordenador no, se debe a la diferente constitución material y se queda sin explicar el porqué, ¿por qué los cerebros tienen intencionalidad e interpretación y los ordenadores no?
Como se ha dicho, con las tradiciones órficas de alguna forma la psique, el alma, era inmortal, pasando de cuerpo en cuerpo hasta su purificación, con  Platón y el cristianismo nos encontramos en el sujeto dos elementos esencialmente diferentes que se dan juntos, el cuerpo y el espíritu , este último, principio de vida e inmortal.
Lo que se quiere decir es que lo “mental”  era la garantía de la vida eterna y el punto de relación de la totalidad y la particularidad en el sentido de  Dios y el  Mundo.  Poco a poco esta visión fue cambiando, fundamentalmente motivada por el aumento de conocimiento, de “nuestra realidad” , traducido de alguna forma con la utilización de la naturaleza, al situarla a nuestro servicio, Dios murió. Según  Nietzsche, el enfrentamiento entre la moral y los intereses humanos hizo que la moral abdicara , pero no asumimos todos los riesgos y nos resistimos a pensar la mortalidad del alma, que está a la base de todo dualismo. Con lo que nos aporta  la ciencia respecto a nuestra mente o nuestra conciencia, nos encontramos cada vez más infravalorados desde el punto de vista teológico, antes éramos el centro del universo por nuestra esencia, éramos creaciones de un  Dios, ahora...,  “¿fruto del azar?” y en muchos casos también filosófico, al situarnos como “especie superior” y desde ahí poder juzgar a las demás especies, esto parece devolvernos la esencia “que se nos quitó”.  Quizá, sólo quizá, uno de los problemas de la ciencia desde  Galileo sea dar cuenta de alguna forma de las cualidades secundarias, es decir, del ámbito de la realidad que se escapa de las manos,( la conciencia, alma o espíritu, no se nos escapa...) la solución que nos propone la ciencia,  no se sabe si es la mejor, pero si se quiere ser riguroso pasa por reducir las cualidades secundarias a primarias, sino ¿ cómo dar cuenta de ellas?,  ¿es el pez que se muerde la cola? Parece que no, pues en el camino se están consiguiendo muchos modelos explicativos, se aporta muchos datos que apoyan nuevas investigaciones, su camino parece productivo; que la conciencia se identifique con el cerebro o no, nos queda mucho camino por recorrer y sin duda muchos prejuicios que romper, tanto teológicos como cientificistas, ni una cosa ni la otra se puede decir que sean la panacea, aunque si son brechas abiertas por las cuales adentrarnos y tratar de llegar más lejos en el conocimiento humano como un todo y no viéndolo como parcelas estancas.                  

 LA MODULARIDAD DE LA MENTE

Hipótesis fundamental de la neuropsicología que rompe con todo sistema dualista y de este modo: “la mente estaría constituida por un conjunto de módulos especializados, sistemas funcionales, inteligencias  múltiples, memorias diversas.  Cada módulo es específico y especializado en un tipo de proceso o actividad”.  Hay datos importantes que corroboran esta teoría como son las localizaciones en el cerebro de determinadas competencias que tienen que ver con el lenguaje.  Pero no sólo la neuropsicología toma esta postura, sino que estudios desde distintos campos y diferentes ciencias, como la biología, etología, paleontología ..., parecen apoyar estas teorías, siempre partiendo de la base de la hipótesis evolucionista e interpretar a este tipo de estructuras como derivadas de un largo proceso filogenético que nos permite adaptarnos a todo tipo de medio. Las ciencias que apoyan la teoría de la modularidad son la neurociencia, la psicología evolucionista, la primatología, la paleontología, la filosofía de la mente, la psicopatología, la psicología evolutiva, y la neurolingüística.  Esta teoría encuentra dificultades en su éxito social, ya que rompe con una tradición cultural, la del pensamiento occidental, ya desde  Platón, pero bien patente en  Descartes, que considera nuestra realidad desde un punto de vista dualístico, lo material y lo mental; las explicaciones monistas tratan de explicar todo desde algún aspecto, o el empírico o el idealista, lo que tampoco nos aporta ninguna solución, las explicaciones más exitosas están siendo las fisicalistas debido a su gran aporte y su gran avance, pero estas se muestran insuficientes para explicar términos tales como conciencia, intencionalidad, subjetividad y causación mental, no encontramos ninguna teoría que dé cuenta de todos los aspectos mentales, ésta sería la que más se acocaría.

















14.- Los fundamentos de la acción moral.

Introducción:
Los miembros de toda sociedad poseen normas morales de un tipo u otro. Parece ser que las normas son universales, pues en todas partes existe algún tipo de distinción entre el impulso momentáneo o el deseo personal, y lo que es bueno, deseable, correcto o justificable en un sentido u otro. Cuando afirmamos que un grupo posee ciertas normas éticas, al menos parte de lo que queremos decir es que un alto promedio de sus miembros poseen ciertas creencias acerca de lo que se elige o prefiere justificadamente, consideran algunas reglas de conducta revestidas de autoridad y justificadas. Anteriormente hemos dicho que las normas éticas son universales, tratando de dar un criterio a lo dicho parece que el más conveniente es la utilidad. La explicación de las reglas éticas podría realizarse mediante un argumento del tipo la supervivencia del más apto. En efecto, las épocas primitivas la supervivencia, incluso en las sociedades, para que sobreviviesen era necesario que en ellas existiese cierta estabilidad, la función de las normas morales es la de proporcionar esta estabilidad. Debe existir paz y orden dentro de un grupo social. Para proporcionar seguridad deben existir reglas revestidas de autoridad, estas reglas son tanto más eficaces cuanto más informal es el mecanismo de coacción; las normas morales proporcionan este tipo de mecanismos.
MORAL:
Sólo el hombre es capaz de acción moral, no hablamos de conducta moral aplicándola a los animales, la razón de ello es porque el hombre es un ser libre, y en consecuencia responsable de sus actos, mientras que no ocurre lo mismo con los animales, además sólo el hombre es capaz de realizar valoraciones morales. El hombre no puede desarrollar su vida de modo espontáneo a través de los cauces instintivos establecidos de antemano por la especie, la actividad moral le viene exigida al hombre por su estructura bio-psicológica. En el hombre la respuesta automática a un estímulo no se da en todos los casos por sí mismo, y por consiguiente el organismo humano queda en suspenso y el hombre es libre de ellos. Estas estructuras bio-psíquicas exigen la aparición de la inteligencia en el hombre, ya que para subsistir necesitamos hacernos cargo de la situación que vivimos, con las cosas y consigo mismo, no únicamente con los estímulos.

La Libertad:
El problema de la libertad se puede estudiar de dos puntos de vista, desde un primer punto de vista interpretando la libertad como algo interior a la persona y desde un segundo punto de vista como algo exterior a la persona, como un problema social. Así distinguiremos entre libertad positiva y libertad negativa. Los partidarios de la libertad negativa la conciben en términos de ausencia de coacción y es libre, en este sentido quien actúa sin que sea obstaculizado o impida su actuación por los demás, pero sin que esta noción de libertad imponga una manera concreta de actuar. Los partidarios de la libertad positiva la conciben más bien como una autonomía del individuo, dueño de sí mismo, pero consciente también de los deberes de racionalidad y moralidad que le impone esta autonomía.
Sólo si el hombre es libre es responsable de sus actos. Esa libertad que el ser humano posee tiene su raíz en la inteligencia del ser humano, en el hecho de que la persona existe de un modo distinto de cómo existe cualquier otro ser. El hombre como persona ve las cosas desde una cierta distancia, lo que le permite reconocer las cosas con objetividad. Es el propio ser de la persona, no reducible a las cosas materiales, lo que permite decir lo que son las cosas y captar su valor.
Decir que el hombre es libre, es decir, que hay en él capacidad de tomar en sus manos su propio obrar. Somos nosotros quienes hemos de elegir y decidir nuestro destino. El conocimiento nos abre a un amplio campo de posibilidades y objetivos que cada uno de nosotros debe poner en práctica de acuerdo con su modo peculiar de ser y sus circunstancias, así cada elección que yo realizo supone un compromiso sobre mí mismo, ya que el yo se pone y se configura en cada una de mis elecciones acrecentando o limitando mi propia libertad o mis posibilidades.

Nuestra naturaleza ética:
Como decíamos al principio el carácter universal de la capacidad ética sugiere que su fundamento está en la naturaleza humana misma y, por ello, que es un producto de la evolución biológica. Pero sólo es usado por la humanidad por lo que parece que la capacidad ética ha surgido muy recientemente en la evolución, esto supone de alguna manera decir, que la ética está determinada por nuestra naturaleza biológica, o lo que es lo mismo, la propia constitución genética de los seres humanos hace necesario que estos emitan juicios morales.
Los hombres poseen capacidad ética como atributo natural, por que su naturaleza biológica determina con ellos la presencia de las tres condiciones necesarias y, justamente, para que se dé en ellos el comportamiento ético.
a)     La capacidad de prever las consecuencias de las acciones propias.
b)     La capacidad de formular juicios de valor, es decir, de evaluar las acciones como buenos o malos.
c)      La capacidad de elegir entre distintas conductas de acción.
La capacidad de prever consecuencias de las acciones es fundamental en el proceso ético, pues esta capacidad está íntimamente relacionada con la conexión entre medios y fines, esta posibilidad de conexión requiere la capacidad de imaginar el futuro. Aunque no podemos olvidar la capacidad de juicio lo que supone que de alguna manera conocemos lo que es ideal, para nosotros, o para la cultura en la que vivimos y las acciones serán mejores o peores según se adecuen a las normas de conducta. Y por supuesto la importancia de la libertad de la que ya hemos hablado, pues si no hay libertad, no hay conducta moral.

El fundamento de la norma moral:
Por fundamento de la norma moral se entiende, en un primer sentido, el origen de donde esta procede. Ahora bien, recordemos que primaría y propiamente moral, es el hombre; las normas morales y el contenido de la moral pueden venir de donde sea; lo que en realidad es moral es el hombre que las acepta libremente como normas. Y las normas o leyes morales, o bien se las da el hombre a sí mismo, teniendo en él su origen, o bien aunque las justifique tienen su origen fuera de él. Por ejemplo, mi razón me dicta el principio o norma moral que establece que “hay que hacer el bien y evitar el mal”; o bien: “hay que tratar a los demás hombres no como simples medios o instrumentos, sino como fines en sí mismos”. El que yo encuentre tales normas morales en mi razón no significa necesariamente que surjan de ellas, es decir, procedan en último término de ella, tengan en ella su origen; ni significa que lo que ellas establecen y prescriben como bueno tenga que ser así porque mi razón así lo decide. Pues muy bien puede suceder que, aunque yo encuentre en mi razón tales normas, el origen y fundamento de lo que ellas prescriben esté en otra instancia tal como: una religión o la sociedad que así lo impone mediante de un aparato legal y jurídico, o la realidad del hombre mismo que así lo exige.
Autonomía y heteronomía moral:
Nos encontramos así ante dos posibilidades:
a)     la norma moral la encuentro en mí mismo, porque precisamente procede de mí y tiene en mi razón su único origen y fundamento. Decimos entonces que la razón se da a sí misma la norma moral. En tal caso, se habla de una moral autónoma: el hombre se da a sí mismo la ley.
b)     La norma moral, aunque puede justificarla, procede de algo distinto a mi razón teniendo en ello su origen y fundamento. Sea ese algo la sociedad, o el conjunto de dogmas y creencias de una determinada religión, o Dios como creador y legislador de todo lo existente o, en fin, el orden mismo y la naturaleza de la realidad, de la que nosotros formamos parte. En cualquier caso, la norma moral tiene su origen y fundamento en algo distinto, por ello se denomina heteronomía.





15.- La construcción filosófica de la ciudadanía.

Desde la historia:

La ciudadanía viene a ser el modo en como se relacionan los ciudadanos con el Estado, la pertenencia de individuos a una comunidad política. En ella se insertan una serie de derechos y obligaciones que concretan la relación ciudadano – Estado. En ella la función del Estado es garantizar, proteger y reconocer los derechos de los ciudadanos y por supuesto hacer cumplir las obligaciones de los ciudadanos para con el Estado.
Ser ciudadano implica, al menos, formar parte de una comunidad entre iguales, es decir, todos los ciudadanos deben tener los mismos derechos y los mismos deberes, con independencia de su religión, cultura, … De los derechos que el ciudadano tiene uno de ellos está por encima de los demás es la posibilidad de participación en la toma de decisiones que afectan a la comunidad social. Participar en un proyecto común supone convivir de acuerdo a unos principios, a una conducta cívica, por lo que incluso ante las dificultades debemos comportarnos adecuadamente y resolver nuestros problemas mediante el diálogo y la cooperación, nunca debemos de olvidar que en nuestra vida hay dos esferas una pública y otra privada, aunque si bien es cierto están íntimamente relacionadas y para que se de una es necesaria la otra. En la historia han existido diversas formas de organización social opuestas a la idea de ciudadanía, como algunas formas primitivas en que los vínculos de unión se reducen a la sangre o la fuerza, también la sociedad feudal se basaba en una relación jerárquica en uno proporciona seguridad y los otros servicio y fidelidad, y por supuesto la monarquía absolutista, la tiranía y la dictadura en el que todos los ciudadanos son meros medios y súbditos de los intereses de quien ostente el poder.
Aquí se hace necesario elaborar un recorrido histórico para saber cómo se ha configurado el concepto de ciudadanía a lo largo de la historia.
Partiendo de la Grecia Clásica nos encontramos dos ciudades-estado, polis fundamentales: Atenas y Esparta.
En Atenas hubo una constitución democrática real, la ciudadanía se tenía el derecho a participación en las asambleas públicas, aunque sólo se consideraban ciudadanos lo hombres libres mayores de edad, lo que supone que no lo eran ni las mujeres, ni los niños, ni los extranjeros, ni los esclavos. Los atenienses tenían elementos étnicos e históricos afines para considerar a un hombre ciudadano, por ello los extranjeros no podían ser ciudadanos.
Aquí haremos mención a dos de los pensadores más importantes de la época: Platón y Aristóteles:
Para Platón el individuo necesita vivir en sociedad debido a su pobreza biológica, lo que de algún modo parece que naturalmente estamos destinado a vivir en comunidad, esa convivencia supone una organización y Platón considera que el poder lo ha poseer quien sepa gobernar, sólo podrá impartir justicia quien sepa lo que es la justicia. Y la justicia sólo se podrá llevar a cabo si cada ciudadano atiende a sus tareas, para las que está mejor preparado. Unos se dedicarán a gobernar, otros a garantizar la seguridad del Estado y otros a la manutención del mismo, donde se encuentran los campesinos, artesanos y comerciantes.

Para Aristóteles, discípulo de Platón, el hombre es un ser social, político, es decir, la asociación entre humanos es algo natural, el hombre necesita perfeccionarse y únicamente lo puede hacer con los demás. Con respecto a la ordenación política es crítico con su maestro. Aristóteles considera que una sociedad de ciudadanos será aquella que cuente con unas leyes comunes y homogéneas para ese grupo. Así la constitución sería ese conjunto de leyes para regular las funciones sociales de los ciudadanos y la autoridad se puede ejercer se diversas formas, consideró como fundamentales estas tres: La Monarquía, en la que el poder lo ejerce un única persona. La Aristocracia, en la que el poder lo ejercen unos pocos los aristos (los mejores). La República, en la que el poder lo es ejercido por la mayoría. Aristóteles pensaba que la mejor forma de política es la que agrupa las tres formas de gobierno, tomando lo mejor de cada una. La unidad de la monarquía, la gestión de los mejores, y el poder de todos.

La llegada del Impero Macedónico de las manos de Alejandro Magno supuso el fin de las polis, (las ciudades-estado) por lo que se buscó un nuevo modelo de ciudades, y con ellas su realidad política.
Uno de estos modelos lo representa el estoicismo, que introdujo la idea de ciudadano del mundo, es decir, de cosmopolitismo. Un ciudadano lo era de su ciudad, pero también del gran imperio al que pertenecía y aún más consideraban que existían unas normas morales comunes para todos intrincadas en la propia naturaleza humana independientemente de la patria a la que se perteneciese. Para los estoicos ser ciudadano supone comportarse modélicamente y servir a la ciudad siempre que se pueda sin esperar ningún beneficio a cambio, más allá de la satisfacción  de haber realizado tu obligación.
Lo que derivo la idea de cosmopolitismo fue que detrás de todas las diferencias culturales, los seres humanos comparten rasgos comunes, como reconocer la justicia gracias a su razón, lo que hizo que de algún modo se adoptara la idea de que todos los seres humanos compartimos una misma naturaleza.

Con la conquista del Imperio Romano, se acaba de desmembrar el concepto griego de ciudadano, el hecho de ser ciudadano romano no implicaba tener que compartir el mismo origen étnico, compartir la mima lengua o creencias religiosas y costumbres, los ciudadanos son personas agregadas y asociadas por un acuerdo basado en el derecho. Ciudadano es aquel que comparte una ley a la que obedece y le protege.    

En la época Medieval el sistema social se estructura en un conjunto de instituciones que van desde la familia, aldeas, ciudades, reinos hasta el papado y el emperador. Ahora el lugar que ocupa el individuo en su ciudad le viene dado por su nacimiento, y a excepción del rey nadie tiene nada que decir en la res-pública. Así toda decisión política se reduce la decisión del rey. El resto de ciudadanos no son más que súbditos, el súbdito pertenece como tal al sistema feudal y a la institución eclesiástica, el individuo no es valorado por su persona sino como siervo (únicamente tenía derecho al diezmo que le pertenecía) o como fiel (la iglesia sería quien representaría los derechos y la justicia de sus fieles).           
Aquí haremos mención a San Agustín y a Santo Tomás, grandes teórico de la iglesia del medievo.
San Agustín, retomando la diferenciación estoica entre una comunidad real y comunidad ideal, distingue entre la ciudad de los hombres (terrenal) y la ciudad de Dios (espiritual), ambos ciudades son incompatibles porque la bondad que es un valor espiritual, no tiene que darse en la ciudad terrenal, aunque hemos de encaminarnos hacia ella.
Por otro lado Santo Tomás de Aquino retomando las ideas de Aristóteles destaca la importancia del Estado como institución natural para el ciudadano porque el ser humano es un ser social en su propia naturaleza y en ella encuentra la concepción de Estado y como ha sido creado por Dios, es decir,  el Estado es de origen divino. Además Santo Tomás dirá que todo ser humano está guiado por una ley natural que orienta las acciones humanas y le permite escoger el bien, esta ley es evidente, universal e inmutable, algunos de sus preceptos son el de conservación, la procreación y la vida social. Lo importante de esta ley es que orienta a la ley positiva, es decir, las leyes que nos damos convencionalmente para vivir en comunidad, por ejemplo las normas de circulación, así ninguna ley positiva puede ir en contra de la ley natural. Lo que supone esta idea es la reclamación del derecho de rebelión amprándose en un difuso origen divino. Y esto supone un límite para el rey en cuanto sus súbditos.

En el renacimiento se criticaron todas las tesis medievales y se volvió a las ideas griegas acerca de ciudadanía y polis,  comienza a surgir la idea de que el hombre tiene que hacerse a sí mismo, representante de esta idea es Pico Della Mirandola que considera que Dios nos hizo para que nos fuésemos haciendo a gusto de nuestras preferencias. También tenemos a pensadores como Tomás Moro que en su “Utopía” elabora una dura crítica contra todos los nobles “zánganos que viven a costa de otros” y limitan el desarrollo y producción de las ciudades. Maquiavelo en su obra “El Príncipe” termina de separar la moral de la política, lo que supone que la moral queda reducida al ámbito individual y un político no puede ser juzgado moralmente por ninguna de sus acciones ya que puede utilizar cualquier medio para lograr el fin pretendido.
Con estas ideas los ciudadanos comenzaron a participar en el gobierno y como contrapartida estaban obligados a contribuir a sufragar los gastos.

Con las grandes monarquías absolutas en siglo XVI como los Estados de Francia, Inglaterra o España el rey pasó de nuevo a detentar todo el poder y la ciudadanía se entendió como la lealtad de los ciudadanos al rey. Así de nuevo el ciudadano pasa a ser un súbdito y su única misión es obedecer.

En la revolución francesa la idea de ciudadanía vuelve con fuerza renovadas, poco a poco se fueron suprimiendo los títulos y privilegios reales, de modo que todos los miembros de la sociedad pasaban a tener el mismo rango de ciudadanos, fomentando en ellos la participación ciudadana, en algunos caso de modo dudoso, como es el caso de Robespierre. Durante esta época se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y el ciudadano (1789), aquí se comenzó a concebir la idea de que el hombre, por el mero hecho de serlo, tiene un dignidad y se le tienen que reconocer unos derechos inviolables (aunque la mujer continuaba sin tener derechos de ciudadanía).    
Con la ilustración topamos con pensadores que consideran que el Estado es el resultado de un pacto o contrato que realizan los hombres como es el caso de Hugo Grocio. Aunque no es el único tenemos a Thomas Hobbes, que considera que el hombre es un lobo para el Hombre porque le mueven sus pasiones y si se le deja en libertad su envidia y egoísmo nos llevaría a una guerra de todos contra todos por lo que la razón aconseja perder libertad a cambio de otorgar poder a un Estado Levithan, que garantice la seguridad de sus ciudadanos a golpe de espada. John Locke, piensa que todos los individuos tienen unos derechos naturales como la libertad, las posesiones y la vida, el problema lo encontramos cuando hay que ejercer la justicia, Locke considera que hay que generar un Estado y darle a él la potestad de impartir de justicia. Para Jean-Jacques Rousseau el individuo es bueno por naturaleza y vive en plena libertad, para poder satisfacer sus necesidades y protegerse de los recelos de otros decide pactar para vivir en comunidad en ese pacto pierde parte de su libertad pero las decisiones que tome el gobierno nunca pueden ir en contra de los ciudadanos, el poder estará limitado por los ciudadanos, por lo que será fundamental la educación de los mismos. Kant estudia la ciudadanía desde dos puntos de vista, nacional e internacional. Busca crear un orden cosmopolita que establezca la paz perpetua, para ello los ciudadanos deben lealtad la las leyes y al Estado, en cuanto al plano internacional hay que elegir el pacto y la no intervención en las cuestiones internas con otros Estados. Para ello hay que elaborar una constitución que tenga como base la libertad de todos los ciudadanos que la compongan, la dependencia de todos a la legislación y la igualdad entre todos ellos. Esto sólo puede ser posible en una sociedad republicana, considera Kant.

En las democracias actuales son considerados ciudadanos todos los individuos que constituyen un ideal político, en el que es fundamental la participación política, la defensa de sus derechos y obligaciones y por último un sentimiento de pertenencia, así dicho un ciudadano sería la persona que forma parte activa de la vida pública, que dispone de ciertos derechos que el Estado debe garantizar y ciertas obligaciones que debe compartir, por lo que el buen ciudadano es el que participa en la construcción de la ciudad.

Los derechos humanos:
Los horrores de las dos guerras mundiales mostraron la necesidad de regular de forma precisa el concepto de derechos humanos y sobre todo, establece4r claramente cuales eran. Así con la aprobación de la Declaración la humanidad se dio a sí misma un marco de convivencia entre todas las personas. Los derechos humanos no sólo son un referente ético, se trabaja por dotar a todos los ciudadanos con esos derechos
Los derechos humanos son todos aquellos derechos que posee el ser humano por el simple hecho de pertenecer a la especie humana. Son consecuencia de la indudable dignidad del ser humano. Los derechos humanos fueron recogidos y redactados por la asamblea de las Naciones Unidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Este decálogo era heredero a su vez, de los primeros documentos en los que se pusieron por escrito los ideales ilustrados como Rousseau y Montesquieu. Es decir, tanto la declaración norteamericana 1789, como la declaración francesa de 1789.
A pesar de considerar inviolables los derechos humanos y de que mucho de los países los han ratificado en gran parte en sus constituciones, mucho de ellos son violados sistemáticamente a pesar de que son considerados básicos y elementales.
El derecho a la vida: en cuantos países hay guerras, pena de muerte, …
Derecho a la salud: cuantos países no reciben la atención sanitaria necesaria, torturas, …
La educación: Millones de niños y niñas trabajan sin poder ir a la escuela…
La igualdad: discriminaciones raciales, sexuales, religiosas, el problema de las minorías que no tienen ningún poder gubernamentalmente, … 
La libertad, ciudadanos encarcelados injustamente, control de los medios de masa, …
La dignidad, casos de vejaciones, torturas, …
Etc.
De algún modo encontramos un desfase entre lo que la ley dice y lo que es la realidad, por lo que hemos de tomarnos esos derecho en serio, ésta es la propuesta de Richard Dworkin en “Los derechos en serio” considera que el derecho no puede ser concebido como una serie de normas o reglas sociales, sino que debe constar de un componente fundamental, los principios. Esos principios encuentran su origen en el sentido común de los ciudadanos. Son convicciones que sentimos, que vivimos y compartimos en comunidad. Por lo que debemos organizar la sociedad democrática de manera que las leyes y las decisiones judiciales se correspondan con estos grandes principios, de este modo se cumplirán los derechos humanos.

Ciudadanía responsable:
En la actualidad nos enfrentamos con unos de los mayores temores a los que se enfrentan las instituciones: no hay democracia si no hay participación ciudadana. Pero hoy día se ve como el ciudadano está completamente inclinado al individualismo y en muchos casos se observa una indiferencia, en cuanto a lo público; preocupante. Pues el ciudadano no ejerce sus derechos políticos y civiles. La persona se preocupa por sus intereses individuales y no colectivos. Es un ciudadano que consume derechos y no quiere deberes. Hay buscar el problema de esa quietud y trabajar por una ciudadanía activa y responsable.  


16.- Interacción cultura y estructura social.   

Propedéutica:
Que los hombres vivimos en sociedad es un hecho claro e indiscutible. Es, además, un hecho inmediato: desde nuestro nacimiento nos encontramos ya en un medio social. Es un hecho, en fin, irreversible: difícilmente podríamos abandonar, de un modo absoluto, la sociedad y romper todo lazo social. Pero también de las abejas y de las hormigas decimos que, en cierto sentido, integran una sociedad: la sociedad animal que es la colmena y el hormiguero. Con todo, no parece que venga a ser lo mismo “ nuestro vivir socialmente que la organización que se impone a la abeja y a la hormiga. En temas anteriores llegamos a concluir que el ser humano es necesariamente moral, aquí trataremos de descubrir si también es necesariamente social. Con ello vamos a plantearnos la cuestión de si el hombre es real y verdaderamente hombre con anterioridad a su relación a los otros hombres e independientemente de ésta. O si, por el contrario, la relación del hombre con otros hombres es fundamental, originaria y constitutiva de lo que es el hombre. De ser verdad esto último, habría que decir que la dimensión social del hombre, expresada y reconocida en el hecho de que vivimos en sociedad, no es una dimensión cualquiera, sino que constituye, entre otros aspectos, la realidad misma del hombre. Habría que decir también que el hombre es, además de una realidad moral, una realidad social.
El hombre en su vivir, trata con el mundo, se dirige al mundo ya actúa con él. Su vida consiste por un lado, en relacionarse con el mundo y por otro, en actuar sobre él. Su existir consiste en este relacionarse activo con el mundo. Ahora bien, en el mundo se encuentran no sólo con cosas útiles o artefactos, también nos encontramos con otros seres humanos. A la estructura racional de su existir corresponden, pues, además de las cosas, los otros. Por virtud de esa originaría relación con lo otros yos, decimos que la vida del hombre es convivencia; y que su existir no es un mero existir, sino que propiamente es un coexistir. No se trata de que seamos algo así como unas presuntas realidades “individuales” absolutamente encerradas en sí mismas, autónomas y autosuficientes, que un buen día deciden entrar en relación con los demás. No en modo alguno. Ese estar relacionados con los otros hombres, pertenece a la realidad de nuestro vivir y nuestro existir. Una relación en la que actuamos sobre ellos, y ellos sobre nosotros. De ahí que sea una relación mutua y de reciprocidad. De ahí también que se trate de una subjetividad originariamente abierta e interrelacionada con otras subjetividades.
El estar abierto y relacionado con los otros forma parte esencial del ser del hombre, se dice que el ser humano es un ser social, esta dimensión social del ser humano implica al mismo tiempo que el hombre comparta con el resto  de seres humanos con quienes convive el mismo mundo, un mundo común, de manera que el mundo que vivimos es un mundo común y un mundo compartido.     
El que el hombre sea un ser social ¿significa que todo su ser consista y se agote en el conjunto de las relaciones sociales? Ni el ser del hombre se agota ni consiste únicamente en relaciones sociales, ni lo social y la sociedad consisten propia y exclusivamente en una relación sólo inter-individual. El que el hombre sea un ser social, relacionado con otros y actuando recíprocamente sobre otros, el que, además, sólo en  la sociedad llegue a ser propiamente hombre y desarrolle plenamente sus facultades y sus posibilidades, todo esto no quiere decir que la sociabilidad, la convivencia, consista en pura unión y armonía: junto a la relación y actividad cooperativa nos encontramos una actividad conflictiva. Se habla del conflicto social como una de las formas básicas de la convivencia social. En el aspecto insociable del ser humano cabe reconocer además, junto a su función de socialización e integración, esa disposición del hombre a individualizarse, en el sentido de no ser reducible a un momento, a fin de cuentas irrelevante, de la todopoderosa realidad social, de no ser reducible al conjunto de las relaciones sociales. De ahí que haya que afirmar a la vez la realidad social del hombre y su radical realidad personal, singular, e irreducible. La realización adecuada de ambas dimensiones constituye un problema fundamental de la vida y de la organización social y política.

El origen de la sociedad:
Aquí por origen vamos a entender las causas o razones por las que los seres humanos se vinculan naturalmente en determinadas comunidades, bien sea la satisfacción de sus necesidades del tipo que fueren, o las cusas que fuesen. Para ello vamos a adentrarnos en una distinción que ya se utilizaba desde Platón, y que con Rousseau llegó a su punto culmen. Es la distinción entre estado de naturaleza y estado civil o social, y la correspondiente distinción entre hombre natural y hombre socializado. Esta distinción no trata de diferencias objetivas, pues no podemos saber que es propiamente natural en el ser humano y que es propiamente social. Fundamentalmente es una distinción metodológica, es la hipótesis figurada con vistas a elaborar un modelo de lo que debiera ser el estado social del hombre, en consonancia con lo que quizá reclama su naturaleza, estado social en el que se realizarían y alcanzarían los fines propuestos y perseguidos en la comunidad social y política, y que muy probablemente nuestro estado presente no ha alcanzado.
El origen de la sociedad está, pues, de un lado en la inteligencia del hombre y en la satisfacción de sus necesidades. El origen de la sociedad puede encontrarse también en la búsqueda de la preservación y seguridad, ya sea de la propia vida, ya de los bienes o propiedades, ya sea de esa hipotética libertad que se posee en el estado natural. En un estado de guerra de todos contra todos, en el que los hombres usan la violencia y la fuerza para adueñarse de los bienes con los demás, llegando a desposeerlos incluso de su propia libertad y vida, en un estado de guerra tal, los hombres se ven en la necesidad de entrar en la comunidad que es la sociedad y el estado. Siendo el hombre, como señaló Hobbes, “un lobo para el hombre” no queda otro camino que instaurar el “Leviatán”, un gran Estado. La causa final de los hombres al introducir esta restricción en la vida lleva a cuidar nuestra propia conservación y conseguir una vida más dichosa, es decir, el deseo de abandonar esa miserable situación de guerra que se vincula necesariamente a las pasiones naturales de los hombres cuando no hay poder visible que los mantenga en el temor.
Pero en el origen de la sociedad no está quizá sólo el temor y la guerra, o la salvaguarda de los bienes o propiedades, y ni siquiera tan sólo la satisfacción de las necesidades primarias. La sociedad política debe estar al servicio del bien y con vistas a su institución y realización, diría Aristóteles. La ciudad es la comunidad de los hombres libres, que se unen para vivir lo mejor posible. La libertad y la igualdad es el fin que se encuentra en el origen de la sociedad.
La pregunta aquí sería ¿Cuál es el bien de los hombres? Y supuesto que conozcamos ese bien, ¿cómo disponer nuestra convivencia social y política de modo que sea accesible y se permita su realización? Así vemos la estrecha relación entre la dimensión social, política y ética. Dirá Platón que se requiere en los hombres el sentido moral y la justicia, para que haya orden en las ciudades.
Volviendo a una de las preguntas planteadas ¿Cómo disponer nuestra convivencia social y política de modo que permita la realización del bien de los hombres? Esto es, n estado de libertad, de igualdad y también de justicia. A esta cuestión tratan de responder un conjunto de teorías denominadas contractualistas. Pretenden ofrecer una explicación teórica del origen de la sociedad civil y política a partir de un hipotético estado natural. Paso que tiene lugar en y mediante un pacto o contrato entre los hombres: aquel contrato por el que se instituye dicha sociedad civil y política. Pero el copntrato trata de explicar no sólo el origen de la sociedad, sino también ofrecer una legitimación a la sociedad instituida mediante ese contrato.  ¿Cuándo puede decirse que una sociedad con el poder que comporta, está legítimamente constituida? Es, como puede apreciarse, un problema importante en toda reflexión sobre el orden social y político. Y no sólo esto, sino que además se propone ofrecer una explicación teórica racional del origen y de la legitimación de la sociedad política, a partir de unos determinados derechos naturales que el hombre posee de acuerdo con su naturaleza.
EL contrato social de Rousseau:
“ El hombre ha nacido para ser libre y por doquiera está encadenado”. Se pregunta Rousseau como se ha podido producir tal cambio, pero sobre todo importa como hay que instituir un orden social y político que respete la libertad y legitime el poder de dicho orden político. Del Estado natural se puede salir y pasar al estado civil de dos maneras: o bien por un contrato de enajenación o por un contrato social. Un contrato de enajenación sería aquél en el que un individuo enajena ( quitar, sacar de sí ) su libertad, convirtiéndose en esclavo a cambio de su vida o de una cierta seguridad. Ésta no tiene sentido más que por la fuerza y la violencia, pero la fuerza señala Rousseau no hace derecho, y por consiguiente, no hay en verdad, ni contrato ni legitimación alguno posible. Sólo al precio de salvar la vida podría enajenarse la libertad. En este estado de cosas, tanto la situación previa al contrato de enajenación, como la situación y presunto orden que a él siguen son en realidad un estado de guerra.
Sólo cabe, pues racionalmente atendiendo a la realidad libre del hombre un contrato social por el que cada uno de los hombres entrega libremente parte de sus derechos, no a nadie en concreto, no a un jefe o un monarca, sino a la comunidad de todos y cada uno de esos hombres, comunidad constituida en ese acto contractual de fundición y entrega parte de sus derechos de modo que todos estén en la misma situación, que haya igualdad para todos, donde haya un orden social y político justo y legítimo, surgiendo en fin, lo que denomina Rousseau “la voluntad general” es decir esa comunidad que no es sólo social y política, sino también moral y en la que los hombres pasan a ser ciudadanos, miembros de una sociedad con derechos y con deberes, los deberes jurídicos que comporta toda organización política estatal, de un estado de derecho.              





                   
 







17.- Fundamentos filosóficos del Estado democrático y de derecho.

Introducción:
El derecho es un conjunto de normas reguladoras de algunos comportamientos humanos en una determinada sociedad, es uno de los medios de control social.
La oposición entre derecho y naturaleza:
No es simplemente la oposición entre la razón y lo instintivo, al contrario, por naturaleza se entiende siempre lo estable y aun lo que existe conforme a la razón. El derecho natural ha sido así el derecho resultante de la naturaleza humana, supuesta universal e idéntica a través de la historia en oposición al derecho positivo, que es un derecho histórico y al derecho divino, que coincide a veces, con el natural, sobre todo cuando hay un fondo racionalista en la concepción del mundo. El derecho tiene como finalidad defender la paz social.

Teorías acerca del derecho:
El iusnaturalismo: parte de dos puntos de vista, primero se sostiene que hay principos morales y de justicia universalmente válidos y asequibles a la razón humana. Y segundo será de derecho todo sistema todo sistema normativo o toda norma que no contradiga los principios morales y de justicia. Por tanto, en el plano epistemológico se parte de la capacidad de la razón humana para conocer las leyes de la naturaleza que tienen su punto de partida en la existencia de Dios, en su infinita justicia y sabiduría. Así de este modo el individuo encuentra un fundamento cuasi-religioso para resistir al poder tiránico y, en general, se encuentra justificado para desobedecer cualquier ley injusta; entendiendo por ley injusta toda ley que no acoja los principios de derecho natural.
El positivismo jurídico:
El positivismo jurídico son todas aquellas teorías que defienden que todo derecho y toda ley posee su origen y fundamento en los acuerdos establecidos por los individuos humanos. Así la norma ética es la norma individual mientras que la norma jurídica es la norma social. Por ejemplo:
Para el convencionalismo los derechos existen en la medida en que han sido aprobados por un legislador o reconocidos por los tribunales porque se entiende que las convenciones adptadas por esas instituciones tienen poder obligatorio legítimo. Por otro lado, estas instituciones representan el consenso de toda la sociedad, consenso que es la base de cualquier convención.
El realismo américano  considera que el derecho no son las normas o leyes, sino que lo constituyen los comportamientos sociales efectivos y las decisiones concretas de los jueces. Sostienen que cuando las leyes no son cumplidas de hecho por la comunidad, es como sino existieran.

La Justicia:
Las tres especies clásicas de justicia:
La distinción es introducida por Aristóteles. Se basa en la consideración de la vida común o política como determinada por las siguientes relaciones: a) la relación del individuo con otros individuos, b) la relación del conjunto social con el individuo y c) la relación del individuo con el conjunto social. A estas tres estructuras básicas se subordinan los siguientes tipos de justicia:
a)     la justicia conmutativa que regula las relaciones de los individuos particulares entre sí, la ley iguala a todos los ciudadanos.
b)     La justicia distributiva que ordena las relaciones de la comunidad como tal con los individuos miembros de ellas, la que valorará las circunstancias en las que se dan los hechos.
c)      La justicia legal, el objeto de esta justicia es el bien común al que ha de contribuir cada miembro de la sociedad con una medida de proporcionalidad, se refiere a la obligación del individuo para con la sociedad, se ordenan los actos en sentido estricto, los que tienen expresamente a la realización o conservación del bien común. Con otras palabras para la realización plena del bien común exige la bondad.
Distintas visiones de justicia:
Para el contractualismo clásico:
Lo específico de la noción de justicia es la insistencia en que los individuos possen unos derechos naturales que se pueden discernir reflexionando sobre la noción de naturaleza humana. A partir de ahora sólo se consideran justos o legítimos los sistemas políticos que garanticen unos derechos básicos a toda población.
Para las teorías socialistas:
La justicia es entendida como la abolición de privilegios socioeconómicos de los poderosos.
Para el neoliberalismo:
Para éstos la libertad se entiende como una independencia y ésta se mide en términos de propiedades, en concreto, se hace una defensa a ultranza de la propiedad privada. El ideal de justicia implica sólo igualdad ante la ley, puesto que las desigualdades sociales no son impedimento, sino más bien motor para el mayor bien de la sociedad. Por ejemplo para Nozick en “Anarquía Estado y utopía” defiende que el Estado justo es el Estado con menos competencias que pueda pensarse, sólo debe tener las funciones de protección, justicia (igualdad ante la ley) y defensa nacional. Pensar que debemos contribuir con nuestros propios beneficios al bienestar de los demás es una violencia de los derechos de propiedad. En todo caso serán cuestiones de caridad no de justicia.
La teoría de la justicia de Rawls:
Los principios de la justicia y, por supuesto de la filosofía moral, serán consecuencia de la elección racional. La idea de éste contrato moral remite a una posición original o situación original hipotética en la que los individuos deben establecer las condiciones en que están dispuestos a vivir en sociedad, así, las normas de justicia que están dispuestas a adoptar. En la posición original cada individuo ignora cual será el lugar y la parte que ha de tocar viviendo en sociedad. En estas condiciones no queda más remedio que adoptar la estrategia propia de la teoría de los juegos: “el dado de la incertidumbre”, habrá que asegurarse de salida la situación posible menos mala. En esta situación, y por esta estrategia los individuos escogen dos principios: el principio de igualdad y el principio de desigualdad. El primer principio asegura el máximo de libertad de cada uno, compatible con el máximo de libertad para todos. El segundo justifica la desigualdad cuando sea provechosa para todos. A esto Rawls lo denominará justicia equitativa.



Cambio social:
El cambio social es cualquier alteración o transformación total o parcial de la estructura de la sociedad.
La mayoría de las teorías sociales al tratar de explicar el cambio abogan por un cambio consensual, aunque como veremos habrá otros autores que defienden el conflicto. Representantes del consensualismo serían los contractiualistas, por ejemplo Rousseau que nos habla de la “ voluntad general” Platón, Durkheim, Parsons. Y representantes del conflicto serían Aristóteles, Hobbes y Marx.  
Para Comte (consenso) toda reforma social debe ir precedida de una reforma en el orden del pensamiento. La sociología se divide en dos grandes apartados dinámica y estática social.
La dinámica social: presenta las leyes que deben regular el devenir y el cambio social. La dinámica social viene planteada por la ley de los tres estados. El Estado está constituido por un conjunto de ideas que determinan un régimen intelectual. Esas ideas vienen a representar la conciencia social. Los tres Estados por los que ha pasado el espíritu humano: Estado teológico, metafísico y positivo. A cada régimen intelectual, a cada estado de conciencia, le corresponde un tipo de sociedad; al Estado teológico le corresponde la sociedad militar, al estado metafísico la sociedad legalista y al estado positivo, la sociedad industrial.
La estática social: es el estudio anatómico de los elementos que componen la estructura social y que cooperan al consenso. El consenso es aquello gracias a lo cual una pluralidad de individuos vienen a constituir una colectividad.

El evolucionismo de Spencer: (conflicto) Éste cree que sin la analogía orgánica no hay sociedad. La evolución se caracteriza en primer lugar porque cada vez aparecen unidades vivientes de mayor volumen. Este aumento de volumen va acompañado de una mayor complejidad estructural, aparecen órganos más complejos y especializados. Evolución en ambos mundos significa mayor complejidad estructural tanto a nivel orgánico como en el inorgánico. Junto a ello Spencer reconoce que hay diferencias entre el nivel social y el nivel orgánico. El primero representa mayor plasticidad y movilidad, mayor capacidad de adaptación y mayor creatividad. La conciencia social se reparte a través de las conciencias de los individuos. En el mundo orgánico las partes están en función del todo mientras que en el social el todo está en función de las partes.
Marx:
Para marx la historia tiene una meta concreta, la realización del hombre total, a través de los conflictos sociales,  cada paso en la historia es un momento que tiene que alumbrar el reino de la libertad.
Para Marx la naturaleza (objeto) no existe para el hombre sino es para su actividad practico material porque la naturaleza se presenta al hombre en el contexto de su actividad transformadora. Considerar la naturaleza al margen del hombre es considerarla de un modo abstracto. Para Marx la naturaleza que el hombre conoce es la naturaleza humanizada o en vías de humanización. Marx afirma que el hombre se objetiva en la naturaleza, proyecta su esencia objetiva en el objeto creando un producto humanizado que sirve para satisfacer esas necesidades de tal manera que el hombre se objetiva en la naturaleza y la naturaleza se subjetiviza en la medida en que el hombre la integra en la realidad humana a través de la manipulación y su consumo. El mundo transforma al hombre, y el hombre se transforma transformando el mundo. En el trabajo se dan dos momentos: la herramienta y las relaciones sociales. A medida que la actividad material se desarrolla se hace necesaria una división del trabajo, lo cual implica el desarrollo de unas relaciones sociales de producción. La existencia humana aparece como un conjunto enorme de fuerzas productivas que implican la configuración de unas relaciones sociales de producción. En la producción el hombre actúa con la naturaleza y con los otros hombres. Fuerzas de producción y relaciones sociales son dos aspectos de la misma realidad, ya que el hombre como ser productivo y como ser racional son la misma cosa. El sistema de fuerzas productivas viene determinado por el conjunto de trabajadores y por el nivel de control sobre la naturaleza. Las relaciones sociales de producción vienen determinadas por las formas de propiedad. Las relaciones sociales evolucionan y llega un momento en que debido a esto, deben cambiar las relaciones sociales de producción. Si las relaciones sociales de producción vigentes resisten al cambio, llegará el momento en que se alumbrará una contradicción objetiva entre el estado de desarrollo de fuerzas productivas y relaciones sociales. Esta contribución sólo puede ser resuelta a través de la acción revolucionaria. El motor de la historia es el desarrollo de la producción y el trabajo, y la trama de la historia es la lucha de clases. Para Marx, el dinamismo sociológico del modo de producción capitalista alumbra una profunda contradicción objetiva: mientras que el trabajo se socializa cada vez más, la propiedad sobre los medios de producción se privatiza cada vez, más, lo cual trae como consecuencia que poco a poco el capital se irá concentrando cada vez en menos manos, y por tanto, la masa de trabajadores se irá ampliando, lo que a su vez provocará un decrecimiento de salarios. Esta situación poco a poco se irá volviendo insufrible para el trabajador y desembocará en una revolución del proletariado, tras la cual se formará la dictadura del proletariado, como paso previo a la fundación de la sociedad comunista.




















18.- Origen y legitimad de poder político.


Freud:
Freud recoge los datos etnológicos ( sobre las distintas etnias y culturas) más importantes de su tiempo y concluye que el totemismo ( las costumbres y creencias por las que se establece un sistema especial de relaciones entre la sociedad, animales o plantas o los objetos que considere valiosos esa sociedad) es la forma religiosa más antigua y universal. Inspirándose también en los escritos de Darwin, supone que el hombre primitivo vivía en pequeñas hordas ( grupos, pequeñas comunidades) dominadas por un macho poderoso, dueño y señor de todas las hembras. La situación de los hijos machos era dura, si despertaban los recelos del padre eran asesinados o proscritos; estaban condenados a vivir en pequeñas comunidades y en lograr hembras raptándolas. Los impulsos sexuales de los hijos y hermanos se dirigían hacia su madre y hermanas pero, al igual que pasa en el niño, el gran obstáculo que frenaba sus deseos era el padre. La situación despertó un sentimiento de odio y de muerte hacia él, un afán de eliminarlo y ocupar su lugar. Lo que sucedió nos lo expone claramente Freud en Tótem y tabú:
«La teoría darwiniana supone la existencia de un padre violento y celoso que se reserva para sí mismo todas las hembras y expulsa sus hijos a medida que van creciendo. [...] Los hermanos expulsados se reunieron un día, mataron el padre y devoraron su cadáver poniendo así fin a la existencia de la horda paterna. Unidos, llevaron a cabo aquello que, individualmente, no habrían sido posible realizar. Puesto que se trataba de salvajes caníbales fue natural que devorasen el cadáver. El banquete totémico, tal vez la primera fiesta de la humanidad, sería la reproducción conmemorativa de este acto criminal y memorable, que constituyó el punto de partida de las organizaciones sociales, de las restricciones moral y de la religión

¿Qué pasó después del asesinato del padre? Por una parte, sigue Freud, se vivió una larga época de desorden social en la cual los hermanos se disputaban la sucesión paterna y en la cual cada uno de ellos pretendía ocupar el puesto ambicionado; pero el principio de la realidad se impuso y los hermanos comprendieron que para sobrevivir había que reprimir el principal móvil del parricidio, la posesión de las hembras. Por otra parte, surgió una fuerte conciencia o sentimiento de culpabilidad como consecuencia de la ambivalencia de los sentimientos, el odio y el amor hacia el padre.
El principio de la realidad y el sentimiento de culpabilidad son lo que hicieron nacer las organizaciones sociales, normas morales y la religión, en especial, la religión totémica. Así, por el bien de todos se impuso la necesidad de renunciar al ideal de imitar al padre en la posesión de la madre y las hermanas, necesidad que dio lugar en las primeras normas morales: el tabú del incesto, a saber, el horror y prohibición de tener relación sexuales con familiares y el precepto de la exogamia, la obligación de buscar marido o mujer fuera del propio grupo.
El deseo para suavizar el remordimiento hizo que el primitivo se sirviese de un animal fuerte y temido, el tótem de la comunidad, para sustituir al padre. Las anteriores dos normas junto con la siguiente, forman el núcleo de la religión totémica: la prohibición de matar el animal totémico representación del padre asesinado.



Durkheim:
Durkheim entiende a la sociedad como una realidad espiritual que no puede reducirse a la mera suma de los individuos que la componen. Las leyes que rigen esta realidad espiritual difieren de las que rigen la psique del individuo. La tarea del científico social consiste, justamente, en estudiar las representaciones colectivas (derecho, moral, religión, etc.) que la sociedad impone al individuo.
En toda sociedad se da una solidaridad básica, que varía según sea el tipo de sociedad. En las sociedades primitivas se da una solidaridad que él denomina mecánica, por el lazo de sangre o parentesco. En las sociedades modernas, la solidaridad es orgánica y se funda en la división del trabajo, en la complementación para la obtención de los medios de subsistencia.
Durkheim consideraba a la religión como un componente esencial de la vida social. Por eso afirmaba: «Mientras haya hombre, habrá religión.» Según él, mediante la religión es la propia sociedad la que se diviniza a sí misma.
Engels:
Federico Engels  apoyándose en los datos del libro de Morgan «La sociedad primitiva» y también en otros datos de la ciencia, Engels investiga en su obra los rasgos fundamentales del desarrollo del régimen de la comunidad primitiva. Muestra el cambio de formas del matrimonio y de la familia en relación con el progreso económico de la sociedad, analiza el proceso de descomposición del régimen gentilicio (según el ejemplo de tres pueblos: griego, romano y germano) y las causas económicas de ese proceso. El aumento de la productividad del trabajo y de la división del trabajo originaron el intercambio, la propiedad privada, la destrucción del régimen gentilicio y la formación de las clases. El nacimiento de las contradicciones de clase provocó el del Estado como instrumento de defensa de los intereses de la clase dominante. El libro de Engels muestra: que la propiedad privada, las clases y el Estado no han existido siempre, sino que surgieron en un nivel determinado del desarrollo económico, también, que el Estado en manos de las clases explotadoras es siempre un instrumento de violencia y de opresión contra las amplias masas del pueblo, y por último, que las clases desaparecerán de manera tan inevitable como fue inevitable su advenimiento en el pasado. Con la desaparición de las clases desaparecerá inevitablemente el Estado.
Hobbes:
Hobbes separa con claridad dos etapas: una situación de barbarie y de guerra de todos contra todos ,un mundo sin de derecho , y por otra parte , un estado creado y sostenido por el derecho , un estado con suficiente poder para iniciar y reformar su estructura.
Según Hobbes la naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y del espíritu que , si un hombre es más fuerte de cuerpo o más sagaz de entendimiento que otro, cuando este se considera en conjunto, la diferencia entre los hombres, no es tan importante. De manera que estos puedan reclamar a base de ella y para sí mismos, un beneficio cualquiera al que otro no pueda aspirar .
La inclinación general de la humanidad entera es entonces un perpetuo e incesante afán de poder que cesa solamente con la muerte. De ese modo,  mientras el hombre viva sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se llama guerra . Una guerra que es la del todos contra todos y por ende en esta guerra nada puede ser injusto. Las nociones de derecho e ilegalidad ,justicia e injusticia están fuera de lugar .Donde no hay poder común, la ley no existe . Donde no hay ley, no hay justicia.
El único modo de superar esta situación de guerra de todos contra todos es por medio de su pasión y su razón: las pasiones que inclinan a los hombres a la paz son el temor a la muerte , el deseo de las cosas que son necesarias para una vida confortable , y la esperanza de obtenerlas por medio del trabajo. En otras palabras , la pasión inclina a los hombres a desear y conseguir los bienes y privilegios del prójimo. Esto sería entonces la necesidad del hombre , pues su naturaleza es estar en guerra los unos con los otros. Mientras tanto y por otro lado la razón los hace pensar que sin seguridad y duración, los bienes y privilegios deseados no tienen sentido porque no se pueden disfrutar. La razón entonces sugiere normas adecuadas de paz, a las cuales pueden llegar los hombres por mutuo consenso. Estas normas son las que Hobbes llama Leyes de la naturaleza, las que servirán para que el hombre salga de ese estado de guerra.
Locke:
John Locke define el estado de la naturaleza como un estado de "paz, benevolencia y ayuda mutua".
Consideraba que en el estado de la naturaleza los hombres debieron gozar de perfecta libertad para ordenar sus actos y para disponer de sus propiedades y sus personas como mejor les parecía, dentro de los límites de la Ley Natural, sin necesidad de pedir permiso y sin depender de la voluntad de otra persona"·
El fundamental derecho a la libertad que se deduce de las intenciones del Creador y de la necesidad de auto conservación, no conoce otro límite que la Ley Natural. Esta ley gobierna el estado de la naturaleza y que debe ser entendida como manifestación de la voluntad de Dios, enseña que nadie debe dañar a otro en su vida, salud y libertad. Así, todos los hombres están dotados de la razón y la libertad suficiente para conocer un orden del mundo que los lleva a cooperar con la preservación de sus derechos. Pero la condición natural en que se encuentra el hombre "por muy libre que sea está plagada de sobresaltos y de continuos peligros. Tienen razones suficientes para procurar salir de la misma y entrar voluntariamente en sociedad con otros hombres que se encuentran ya unidos, o que tiene el propósito de unirse para la mutua salvaguardia de sus vidas, libertades, y tierras, a todos lo cual incluyo dentro del nombre genérico de bienes o propiedades". Locke considera que la finalidad de la sociedad civil es evitar los problemas con los que nos encontramos en el estado de naturaleza y uno de los principales es cuando los hombres son jueces de su propio caso, es decir, no se puede permitir que cuando un hombre sufra una agresión de cualquier tipo, sea él el que aplique el castigo pues llevado por el dolor infligirá un castigo mucho mayor del sufrido por él, lo que llevará a su vez a la venganza de sus familiares formando un círculo vicioso que destruirá toda forma de convivencia pacífica. Solo cuando un grupo de hombres se une en sociedad renunciando cada uno de ellos, al poder de ejecutar la ley natural, cediéndola a la comunidad, sólo así se constituye una sociedad política o civil"
Rousseau:
Rousseau precisa que por naturaleza el hombre, que no ha sido alcanzado por la civilización, es bueno y sociable. Rousseau señala que es la necesidad de proteger la propiedad lo que da nacimiento a la sociedad. Rousseau plantea la necesidad de regresar a las pequeñas agrupaciones sociales, es decir, reivindica el regreso a la Ciudad-Estado. Consideraba que el pueblo soberano no puede estar representado, que no puede delegar su autoridad ni sus derechos a gobernarse. El pueblo debe gobernar por sí mismo y directamente y, como supone que tal cosa sólo puede lograrse en una sociedad lo bastante pequeña para que todo el pueblo pueda concurrir a la Asamblea, vuelve otra vez a la Ciudad-Estado como la única forma en que los términos del contrato social pueden ser cumplidos cabalmente.
Rousseau estableció que la voluntad popular es el único fundamento de la organización política. Es defensor de la soberanía popular que considera debe ser expresada en Asambleas y niega la representación popular a la que considera ha de llevar fatalmente al dominio de la mayoría por los representantes populares. Según el autor las distintas formas de gobierno tienen su origen en las diferencias que se presentan entre los particulares en el momento de constituir el gobierno.
La sociedad deviene debido a la necesidad de proteger la propiedad. Pero también porque al convertirse en miembros de la sociedad, los hombres ganan individualmente más de lo que ganarían permaneciendo aislados. En este caso, la sociedad sustituye al instinto por la justicia y da a las acciones de los hombres la moralidad de que antes carecían. Es en la comunidad donde los hombres obtienen la libertad civil, que es un derecho moral y no meramente la libertad natural.
Así como la naturaleza da a cada hombre un poder absoluto sobre todos sus miembros, el pacto social da al cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos. Señala Rousseau que cuando cada individuo enajena su poder, sus bienes y su libertad por el pacto social hay que convenir también que sólo el soberano es juez en cuanto al uso que da la comunidad, pero el soberano, por su parte, no puede imponer a los súbditos ninguna cadena inútil para la comunidad.











19.- Democracia mediática y ciudadanía global.

Introducción:
Actualmente el sistema económico que rige la sociedad es el capitalismo, que supone la creación de un mercado a nivel mundial, para ello ha sido necesaria la libre movilidad del capital, de personas, la libre asociación, competencia, etc. En el aspecto social en la mayoría de los países industrializados han alcanzado el Estado del bienestar, con el que se ha alcanzado unos niveles de calidad de vida muy importantes, como sanidad, educación, jubilación, etc. En el aspecto político parece que comienza a reinar la democracia liberal, a veces con más éxito, otras con menos, y en algunos casos se ha llegado a ella por medio muy dudosos.
La economía.
Para comprender el funcionamiento de una sociedad es necesario comprender su estructura económica, uno de los pensadores más importantes que profundizó en esta idea fue Marx distinguía entre infraestructura y superestructura. La infraestructura el modo de producción de una sociedad, feudal, social, comunista, capitalista, etc. La superestructura son los ideales y los valores que tiene asumidos una sociedad, lo que entiende por libertad, por bueno, malo, justo, etc. La tesis de Marx es que la infraestructura determina la superestructura. Por ejemplo la burguesía cuando luchaba por liberarse de los lastres que le imponía la nobleza, buscaba una libertad económica que en nada repercutió a las clases bajas en las que se apoyó para conseguir la libertad. (Un claro ejemplo la libertad de asociación por la que lucharon los burgueses y la denegación de la misma en la formación de sindicatos).
El sistema capitalista tiene a su base la defensa de la propiedad privada en los que se incluyen los productos necesarios para la subsistencia. Uno de los teóricos capitalistas más importantes fue Adam Smith que consideraba que el Estado apenas interviniese en la economía, pensaba que el propio interés de los hombres les llevaría a acumular riquezas, y con ellos la del país. La economía capitalista es una economía de mercado en la que los medios de producción son propiedad privada y compran la fuerza de trabajo a sus asalariados, para conseguir beneficios. Aunque el principio de rentabilidad deviene de la comercialización del producto. Por ello en las economías de mercado es de vital importancia la competitividad para conseguir mercancías más baratas y atractivas y dominar el mercado.
Otra visión es la de Max Weber que consideró primordial los valores de los individuos en el desarrollo de la economía. Explicando la actitud de acumulación de los primeros capitalistas que huían de la vida lujosa y el vicio y reinvertían su poder adquisitivo en sus empresas justificándose por ideales de tipo religioso, muestra un claro ejemplo con la doctrina de Calvino y la predestinación.
En todo caso, el concepto de globalización es un concepto económico que tiene que ver con la libre circulación de los flujos económicos por el mundo en busca de mejores condiciones de rentabilidad. Estos flujos sólo son posibles gracias a las nuevas tecnologías de comunicación que permiten esa circulación. Los efectos políticos son claros, puesto que todos los Estados dependen de la situación económica mundial, existen decisiones de grandes empresas que restringen los márgenes de actuación de las autoridades de cada Estado y repercuten en sus ciudadanos. De algún modo se ha convertido en un efecto de la goblalización la sensación de que el verdadero poder ya no lo tienen los representantes electos por los ciudadanos, sino en distintas organizaciones y asociaciones con fines económicos. Más efectos son que los países pobres dependen da las decisiones económicas de los países ricos, lo que puede llevar al empobrecimiento generalizado, también nos enfrentamos a nuevos peligros como la especulación financiera, la corrupción, la contaminación informativa, los problemas climáticos, la proliferación nuclear, redes mafiosas, crimen organizado, fanatismos, etc. 

La democracia mediática.
En el sistema democrático actual, el papel central en la formación de la opinión pública lo ocupan los medios de comunicación de masas (prensa, radio, televisión Internet,) lo que permite que se pueda hablar de una democracia mediática. La democracia se basa en la participación política de sus ciudadanos, lógicamente éstos actúan según sus opiniones. Esa opinión individual se va formando influenciada por los medios de comunicación. Además hay que valorar que las nuevas formas de comunicación social son las únicas capaces de actuar en un contexto a nivel mundial y llegar de un modo muy sencillo a gran parte de la población mundial.
La importancia de la opinión pública es vital para los gobiernos, en la Grecia clásica se reunían en la plaza pública y los ciudadanos exponían sus opiniones acerca de interés público, la opinión de cualquier ciudadano valía lo mismo que la de cualquier otro con independencia de su riqueza. Así, disertación tras disertación se iba generando una opinión pública. Con el tiempo la opinión pública ha sido denominada también el “cuarto poder” pues su poder es fundamental, casi tanto como los tres poderes que proclamó Montesquieu. Por ejemplo nos encontramos con la prensa diaria que fue generando una opnión pública mediante los debates, discusiones y transmisión de esa opinión y que los mismos políticos no pueden omitir, sino que condicionan sus políticas.
La información trasmitida por los medios de comunicación es el elemento indispensable para la formación de la opinión y con ella, la construcción de una voluntad general. Por ello, la libertad de prensa es vital para generar una democracia sana y racional. El proceso, para ello, ha sido muy lento y costoso es necesaria una independencia entre los medios y el poder que aún hoy día es muy dudosa, porque los intereses económicos que mueven a los medios están muy ligados a esferas de poder.
Hoy día nos encontramos con vehículos de transmisión de la información realmente eficaces sobre todo, en cuanto, la rapidez de la información, podríamos decir que a tiempo real, así cualquier acontecimiento, político, económico, social, etc,  ocurrido en cualquier parte del mundo se recibe en cualquier otro lugar en un momento simultáneo. Lo que supone un aumento de información que difícilmente el consumidor de la misma sabe seleccionar. Además con tanto aumento de información la calidad de la misma se va degenerando, en muchos casos hay informaciones falsas, interesadas, propagandísticas, y el individuo que la recibe no tiene un criterio ni para seleccionar, ni para comprobar su veracidad o los interese que la mueven. Así se ha llegado a lo que se ha denominado hoy “intoxicación informativa” que es la acumulación de información reiterativa o contradictoria acerca de un mismo suceso sin posibilidad de discernir entre las fuentes. Nos encontramos en una situación en la que el ciudadano no puede valorar una información clara y objetiva y posicionarse en la esfera pública con un juicio claro, convirtiéndose en un mero consumidor de información, quedándose en la esfera privada más que en un ciudadano crítico y comprometido con la esfera pública. Cuando esta situación se lleva al extremo la opinión pública es una opinión acrítica y prefabricada vendida por los medios de comunicación a un consumidor pasivo que se siente partícipe de las decisiones que le afectan en la vida pública.    
Los mensajes emitidos a los individuos logran modificar sus opiniones anulando la capacidad espontánea y crítica del individuo convirtiéndole en masa.
Para Ortega y Gasset el hombre masa es aquel que no se diferencia en nada de los demás, que no se considera especial o único en nada más que en sus formas de expresión, como su vestir, música, etc, pero que no se reduce más que a modas impuestas por intereses económicos. Esta condición anónima es asumida por la mayoría de la población mundial, son personas construidas sobre unas cuantas pobres abstracciones que tienen por valores, a él se debe el triste aspecto y monótono de la moderna Europa. “Este nuevo hombre masa es un hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas internacionales (…) De aquí que esté siempre en disponibilidad para fingir ser cualquier cosa. Tiene solo apetitos, cree que solo tiene derechos y no cree tener obligaciones”. Para Ortega la humanidad está como dormida o aletargada.
Aquí nos enfrentamos ante el individuo masa indiferente sin opiniones propias contra el ciudadano del que se espera una participación activa y comprometida    

Hacía un mundo más libre.
Para crear una ciudadanía global se hace necesario erradicar algunas de las lacras sociales a las que nos enfrentamos como son las desigualdades sociales y la pobreza, no sólo para evitar las tensiones sociales sino porque claramente todos hemos de ir decidiendo nuestro futuro y observamos que algunos sectores no tienen ningún papel en el mismo. Por otro lado nos enfrentamos a una crisis de la democracia y despolitización de los ciudadanos, el ciudadano no está interesado en la esfera pública delega todas sus decisiones en unos representantes en los cuales, si tomamos en cuenta la participación de los ciudadanos con sus votos podemos concluir que ni siquiera confían. Pero además nos enfrentamos a un problema a nivel mundial que solo podemos atajar tomando decisiones mundiales como es el deterioro del medio ambiente y la falta de control democrático en las políticas industriales.   
Únicamente mediante la cooperación y la construcción de un mundo en el que todas las personas gocen de plenos derechos y puedan realizarse como tales por lo que hemos de subordinar todas las decisiones políticas a ellas y alcanzarlas por el camino de la educación. La educación consiste en aprender a convivir con los demás y adquirir herramientas que nos permitan entrar en contacto con los demás, aunque si bien es cierto la cultura a algunos les ha servido un límite en el que se encierran y consideran las diferencias por encima de las no diferencias.
Se hace necesario que la globalización sea llevada por medio del entendimiento y el consenso, para ella se ha de renunciar a la soberanía absoluta de cualquier miembro de la comunidad internacional y no imponer ninguna imagen definitiva de futuro (como las religiones) sino mostrar que la historia ha de ser dirigida por los dueños de la misma con sus decisiones, por último se hace necesario imponer el poder económico ciertos límites para eliminar las situaciones de explotación, proteger al consumidor y a la postre garantizar la dignidad los seres humanos.